“Más precisamente, diría que los dos mercados siguieron el mismo camino pero el de las propiedades rurales lo hizo en proporciones mucho menores”indica Yves Lange, administrador del Comptoir Foncier. “Sobre todo porque este tipo de propiedades atraen tanto a candidatos para una segunda residencia como para una primera”. “Y casi siempre implican importantes costes de renovación, especialmente costes energéticos”añade Jean Houtart, administrador de la red de agencias Les Viviers (Bruselas, Mont-Saint-Guibert, Namur y Rochefort). “Por otro lado, el precio de las tierras agrícolas, libres o no, ha aumentado también el de los bosques y bosques”.
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“Las mismas bases, los mismos fundamentos”
Si el curso de la construcción parece inquebrantable es también porque siempre están “las mismas bases, los mismos fundamentos que prevalecen”continúa Yves Lange. En otras palabras: los candidatos siempre apuntan a la misma oferta, en el mismo lugar. “Siento que me repito año tras año”sonríe el experto. Según él, la demanda sigue correspondiendo a bienes “de carácter”con preferencia por los siglos XVII y XVIII; “sin defectos estructurales”que no obstante implica obras de renovación; “con el terreno circundante, tan importante, o incluso más, que los edificios” ; “en el campo o en las afueras de un pueblo pero lejos…” (carreteras, carreteras, ferrocarriles, etc.); “sin servidumbre pública dentro de la propiedad”… Por otra parte, los aspectos agrícolas, o históricamente agrícolas, no son esenciales. “Lo que cuenta es el entorno rural”confirma Jean Houtart.
En cuanto a la ubicación, las visitas obligadas desde hace años son el Condroz (ya sea de Namur o de Lieja) y el Famenne. “Una región bonita, mundana y de fácil acceso pero donde la oferta se ha vuelto escasa y por tanto cara, confirma Jean Houtart. Porque aunque Bélgica sea pequeña, la distancia es importante”.
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El sur de Charleroi, menos accesible, actúa como una segunda opción. “No sin empezar a despertar una demanda real, ya que la oferta es escasa en otros lugares”añade el administrador de Viviers. Lo que también ve el surgimiento de un nuevo destino: las Ardenas francesas. En cuanto a las Ardenas belgas de La Roche, Saint-Hubert y Bastogne, despierta sobre todo el interés de los amantes de las grandes propiedades.
gaviotaEl mercado de castillos y propiedades rurales sigue funcionando, pero a su propio ritmo. De hecho, pocos se han beneficiado de este efecto temporal de estar bajo cubierta”.
“El tiempo de exposición en el mercado es mayor”
Si la fiebre esperada para 2021 no se ha manifestado claramente en el mercado inmobiliario rural, “Esto no significa que no se haya beneficiado de la locura generalizada por los espacios verdes, continúa Yves Lange. Las ventas se concluyeron más rápidamente –especialmente las de bienes en las zonas rurales– y a un precio no negociado, tal vez incluso más alto. Pero es difícil decirlo porque hay pocos puntos de comparación fiables, ya que las propiedades no son comparables.” Al igual que sus homólogas, las agencias especializadas en este tipo de ofertas también han jugado la carta de “hacer una oferta desde…”. Lo cual ya no es el caso hoy. “En general, el tiempo de exposición en el mercado es más largo, añade Jean Houtart. Los candidatos hacen varias visitas y sopesan los pros y los contras.”
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Sin que este segmento inmobiliario esté paralizado, al igual que el mercado valón de propiedades clásicas, a la espera de una reducción de los gastos de registro. Porque sabemos que este bajo tipo del 3% sólo será válido para la compra de una vivienda habitual (no de una segunda residencia) y los candidatos dan por hecho que sin duda habrá un tope, sin saber cuál es. “El mercado de castillos y propiedades rurales sigue funcionando, concluye Yves Lange. Pero a su propio ritmo. De hecho, pocos han aprovechado este efecto temporal de estar encubiertos, con menos solicitudes y, por tanto, menos entusiasmo, para posicionarse mejor como compradores”.