El futuro se ve muy sombrío si hay que creer en las estadísticas de Raiffeisen. El banco realizó una encuesta entre 1.500 adultos sobre el tema de las pensiones. Resultado: la mayoría de los menores de cuarenta años han perdido por completo la esperanza de abandonar la vida laboral a los 65 años o menos. Los más jóvenes incluso piensan que tendrán que trabajar hasta los 70 años. Y, sin embargo, el sueño de jubilarse anticipadamente sigue ahí: casi el 57% de las personas entre 18 y 59 años quisieran jubilarse de la vida laboral antes de la edad de referencia oficial.
Sin embargo, sus conocimientos sobre el tema dejan mucho que desear, especialmente entre los jóvenes. El estudio destaca importantes deficiencias por parte de los encuestados en cuanto al funcionamiento del sistema de tres pilares. Los futuros pensionistas saben muy bien que jubilarse anticipadamente es caro, pero no saben, por ejemplo, que casi un tercio de los activos de los fondos de pensiones se ahorran entre los 58 y los 65 años. Un tercio de los adultos menores de 30 años no sabe que las personas sin empleo remunerado deben ahorrar para el AVS, de lo contrario corren el riesgo de perder años de cotizaciones.
Un analfabetismo que puede explicarse por la falta de educación financiera, según Éric Joubert, asesor de Swiss Serenity. El profesional lamenta que “sin los procedimientos administrativos adecuados, sus activos corren el riesgo de terminar en la Fundación Institución Complementaria, cuyo interés es sólo del 0,4%, que es muy poco y no cubre la inflación”. El hombre cree que la situación va de mal en peor: “A medida que pasan los años, el sistema de bienestar y jubilación se vuelve más frágil debido al creciente número de personas que llegan a la edad de jubilación. La población suiza todavía no está acostumbrada a preocuparse por su jubilación y a hacerse cargo de ella”.
