En 2024, las ventas de coches eléctricos en Suiza cayeron un 11 por ciento, lo que situó a Suiza por primera vez entre los 10 primeros. Según el periódico Blick, hay varias razones por las que el entusiasmo por los coches eléctricos está disminuyendo tanto en nuestro país.
A diferencia de otros países, Suiza apenas promueve la compra de coches eléctricos. Si bien los subsidios o las exenciones fiscales resultan tentadores en otros lugares, el Consejo Federal incluso introdujo a principios de 2024 un impuesto a la importación del 4 por ciento para los coches eléctricos. Además, los coches eléctricos suelen ser un 20 por ciento más caros de comprar que los de gasolina, lo que disuade a los compradores potenciales.
Al menos la industria ha reconocido el problema de los precios y por eso este año saldrán al mercado algunos nuevos modelos eléctricos por menos de 25.000 francos.
Aunque Suiza tiene una densa red de estaciones de carga públicas, muchas personas carecen de acceso a opciones de carga privadas. Especialmente los inquilinos a menudo no tienen la posibilidad de instalar una estación de carga. Mientras que el 14 por ciento de los propietarios de viviendas poseen un coche eléctrico, esta cifra es sólo el 3 por ciento de los inquilinos.
Mucha gente tiene dudas sobre la durabilidad de las baterías. Por lo tanto, el mercado de vehículos usados de vehículos eléctricos todavía no está muy desarrollado. Muchas personas temen quedarse atrapadas con su vehículo o enfrentarse a una pérdida de valor.
Para que la electromovilidad cobre impulso, se necesitan medidas integrales: una gama más amplia de modelos más baratos, una mejor infraestructura de carga, especialmente para los inquilinos, y unas condiciones marco políticas claras.
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