En un contundente anuncio, Ghana formalizó la suspensión de sus relaciones con la llamada RASD. Esta decisión marca un paso crucial en la cuestión del Sáhara marroquí, fortaleciendo la posición de Marruecos y consolidando su influencia diplomática en África y más allá.
La decisión de las nuevas autoridades ghanesas de romper con el Polisario constituye una nueva victoria diplomática de Marruecos en la cuestión del Sáhara marroquí.
Se trata de un gran gesto diplomático que refuerza la posición de Marruecos sobre la cuestión del Sáhara, un apoyo inquebrantable a la soberanía del Reino sobre sus provincias del sur.
Esta decisión fue oficializada en un comunicado de prensa del Ministerio ghanés de Asuntos Exteriores e Integración Regional, dirigido al Ministerio de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes, Nasser Bourita.
El momento de este anuncio es particularmente significativo, ya que se produce pocas horas antes de la toma de posesión del nuevo presidente de Ghana, John Dramani Mahama, prevista para el martes 7 de enero en Accra, la capital de Ghana.
El acto diplomático subraya el compromiso de Ghana de alinear su política exterior con los principios de legalidad internacional y de apoyar la búsqueda de una solución duradera al conflicto del Sáhara marroquí.
El Gobierno de Ghana comunicó formalmente su decisión a través de canales diplomáticos, enviando notificaciones al Reino de Marruecos, a la Unión Africana (UA) y a las Naciones Unidas, al tiempo que reafirmó su apoyo a los esfuerzos de Marruecos para lograr una solución política global, justa y duradera.
Este apoyo a las iniciativas marroquíes es un reconocimiento explícito de las iniciativas llevadas a cabo por el Reino, en particular bajo el liderazgo de SM el Rey Mohammed VI, quien, desde principios de los años 2000, ha sabido situar la cuestión del Sáhara marroquí en una dinámica de una diplomacia proactiva y multilateral.
Ghana no es el primero en adoptar esta posición. De hecho, desde la llegada de las reformas emprendidas por Marruecos en la gestión de su cuestión del Sáhara, varios países, tanto africanos como internacionales, han optado por romper o suspender sus relaciones con la llamada “sadr”. .
Hasta la fecha, 46 países, incluidos 13 de África, han seguido el ejemplo y han puesto fin a todo reconocimiento oficial de la “RASD”, un movimiento secesionista apoyado por Argelia y algunos otros países del mundo.
La acción de Ghana consolida así una tendencia ya en marcha, caracterizada por un reconocimiento casi unánime de la posición marroquí sobre su Sáhara, a pesar de los intentos del partido separatista de unir a más países a su causa.
Como recordatorio, en 1979, la República de Ghana fue una de las primeras en reconocer la “RASD”, acto que acaba de borrar, de acuerdo con los recientes acontecimientos geopolíticos y las aspiraciones de paz y estabilidad en la región. Magreb y más allá.
Marruecos, fortalecido por esta nueva victoria diplomática, ve crecer su influencia en el continente africano y en el seno de las organizaciones internacionales.