El uso por parte de Israel de tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) financiadas a través de programas de investigación de la Unión Europea (UE) ha sido objeto de crecientes críticas. Desde el inicio de las acciones militares israelíes en Gaza el 7 de octubre de 2023, la UE ha destinado más de 238 millones de euros a instituciones israelíes para proyectos de investigación e innovación. Estos fondos supuestamente se utilizaron para desarrollar tecnologías utilizadas contra civiles en la Franja de Gaza.
Nozomi Takahashi, miembro de la Coordinación Europea de Comités y Asociaciones para Palestina, confirmó a Anadolu que está al tanto de las acusaciones relacionadas con el uso de fondos europeos en el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial controvertidas. Habló de sistemas como “Habsora”, “Lavender” y “¿Dónde está papá?” “, describiendo su uso en las operaciones israelíes en Gaza como “genocida”.
Takahashi también destacó que los sistemas en cuestión son indiscriminados y contrarios al derecho internacional. Las bajas civiles en Gaza, atribuidas a estas tecnologías, se consideran abrumadoras y frecuentes. Esta situación ha puesto de relieve la ineficacia de los procesos de evaluación ética de la UE para controlar estos proyectos con un potencial militar mal gestionado.
Precisó que las tecnologías desarrolladas están desdibujando cada vez más la línea que separa las aplicaciones civiles y militares. Según ella, estos proyectos, aunque civiles sobre el papel a través del programa Horizonte Europa, presentan riesgos elevados. Takahashi cree que la falta de supervisión de la UE justifica la necesidad de una revisión urgente de los criterios éticos, particularmente ante posibles integraciones al arsenal militar de Israel.
Eman Abboud, profesor del Trinity College de Dublín, añadió que los fondos europeos se desviaron bajo el pretexto de la investigación para financiar empresas armamentísticas israelíes. Señala que empresas como Elbit Systems Ltd. han recibido financiación europea para proyectos supuestamente dedicados a la seguridad civil pero que tienen fines militares.
Abboud acusa a la UE de mantener intencionalmente vínculos comerciales con Israel, a pesar de las investigaciones en curso en la Corte Internacional de Justicia sobre acusaciones de genocidio. Destacó el proyecto EU-GLOCTER, en el que participan instituciones israelíes estrechamente vinculadas al ejército y los servicios de inteligencia, para afirmar que la UE apoya implícitamente acciones militares dirigidas a civiles.
Entre las tecnologías en cuestión, se critica a “Habsora” por generar objetivos militares en tiempo real, a menudo sin distinción de la infraestructura civil. Según se informa, “Lavender” se basa en una base de datos masiva de más de 2,3 millones de civiles y apunta automáticamente a ciertos individuos durante las ofensivas israelíes en Gaza. “¿Dónde está papá?” » también rastrea individuos con fines militares.
Estos sistemas son criticados por sus frecuentes errores de orientación que causan un elevado número de víctimas civiles: más de 45.850 palestinos han muerto desde el inicio de los ataques de octubre, según algunos medios de comunicación. Los comentarios sobre la situación, traducidos por Adama Bamba, reflejan las crecientes críticas a la controvertida financiación de la UE para proyectos israelíes.