Con 107 muertes registradas desde octubre de 2023, la mitad de las cuales corresponden a niños menores de 12 años, además de 20.000 casos confirmados, el sarampión está arrasando en Marruecos y se está convirtiendo en un problema preocupante para especialistas y ciudadanos.
Preocupados por este aumento exponencial y sorprendente, los expertos están trabajando intensamente para frenar la proliferación del virus. Moulay Said Afifpediatra y vacunador, destacó la importancia de la vacuna como solución única para combatir esta enfermedad, instando a la ciudadanía a acelerar el ritmo de vacunación y garantizar que todas las dosis de vacuna estén completas para garantizar una protección óptima.
Cuestionado por Hespress, el especialista indicó que “desde octubre de 2023 hasta el pasado lunes han muerto 107 personas a causa del sarampión, la mitad de ellas niños menores de 12 años, y se han registrado 20.000 casos”. Afifi, consciente de las consecuencias de esta proliferación, subraya que “Esta cifra sólo se refiere a los casos diagnosticados, por lo que puede ser mayor.”.
La única solución es la vacuna, responde el médico, antes de mencionar que la vacuna es segura, contrariamente a los rumores que circulan, y es la misma vacuna que se produjo hace más de 40 años.
“La vacuna contra el sarampión consta de dos dosis, que se administran gratuitamente en los centros de salud de todo el país o al precio de 150 dirhams en las farmacias.”. Añadió: “Quien ya haya recibido una dosis deberá ponerse la segunda, y quienes no hayan recibido ninguna dosis deberán vacunarse absolutamente, independientemente de su edad.”.
Después de una larga ausencia, el espectro del sarampión vuelve a rondar las mentes de los marroquíes. Este resurgimiento reaviva las preocupaciones de los hogares marroquíes. Sensible a los temores de los ciudadanos, El doctor Tayeb Hamdi, investigador de sistemas sanitarios, en una respuesta anterior enviada a Hespress FR, expone las causas de la renuencia de los padres a las campañas de vacunación. Para él: “ Las dudas sobre la vacuna contra el sarampión se ven amplificadas por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, culpar a la desgana familiar o a la ignorancia colectiva sería simplista. La verdad es que este descenso refleja una relajación de las campañas de sensibilización, una falta de movilización de las autoridades sanitarias y una insuficiencia de los programas de recuperación. No es un problema de voluntad popular, sino de inercia institucional”.