A primera hora de la tarde se había concertado una cita en Limoges (Alto Vienne) para participar en esta manifestación festiva en aguas a seis grados: nadar más de 2 km en un río en pleno invierno. Con un disfraz. Un desafío de buen humor que también permite unir a los clubes náuticos locales.
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Domingo 5 de enero de 2025, son las 13.00 horas. Encuentro en la base náutica de Limoges. Una treintena de voluntarios respondieron a este refrescante desafío de inicio de año organizado por la Federación Francesa de Deportes Subacuáticos, con la ayuda de la SNSM. Fueron invitados todos los clubes de deportes náuticos de los alrededores.
En el programa, dos kilómetros y medio de descenso del Vienne. Por supuesto, la ropa isotérmica es obligatoria en el agua del río, que este domingo alcanzaba los seis grados.
Un pequeño extra para los menos atrevidos, aunque la posibilidad de llevar una tabla o un hidrospeed para facilitar el viaje y mantener la cabeza a flote.
Tras el punto de seguridad obligatorio, se da la salida, los nadadores partieron muy animados.
“La idea de bajar por el Vienne, al menos una vez en la vida”explica este nadador ataviado con una medusa rosa, quien además confirma que la temperatura es ideal. Tomaremos su palabra.
“Es más un pequeño momento de compartir, entre amigos, que un momento de sensación real, pero es súper bonito”explica otro nadador, todo sonrisas.
A pesar de los seis grados, y gracias al sol, todos los participantes están de buen humor.
Y saludamos la valentía de nuestro colega Emmanuel Denanot, que no dudó en dar el paso con el presidente de la FFESSM, Aurélien Lazeiras.
Este descenso del río fue tradicional hasta principios de la década de 2000, luego se detuvo durante unos veinte años. En 2025 renacerá, para gran alegría de estos valientes que tal vez lo vuelvan a hacer dentro de un año.