Más o menos antiguos, sedanes o deportivos, objetos de colección o coches grandes, había para todos los gustos. El sábado 2 de noviembre, a última hora de la tarde, unos 160 coches se reunieron al final del lago de Annecy, en el aparcamiento privado del bar restaurante The Pap’s House. El evento, debidamente declarado por la prefectura, reunió a varios centenares de entusiastas de la buena mecánica, la gran mayoría procedentes de Alta Saboya, pero también de Suiza y de la región de Lyon.
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Estuvieron presentes una veintena de gendarmes de la empresa de Annecy, Chemin des Grands Prés, para supervisar los ejes alrededor de la manifestación y garantizar su buen desarrollo. El organizador y los participantes habían sido informados de la presencia de militares. Y las instrucciones fueron bien seguidas. No se han reportado incidentes, desbordes, rodeos o conducción peligrosa. Sólo unas pocas infracciones menores “marginales”, dado el gran número de participantes, fueron objeto de multa por parte de los militares. La manifestación terminó alrededor de la medianoche.
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