“Lo que hemos observado también es que las residencias privadas para personas mayores (RPA) están abandonando las pequeñas comunidades, porque consideran que este mercado no es lo suficientemente lucrativo”, indica Béatrice Alain, directora general del Chantier de economía social.
Frente al vacío dejado por el sector privado, están surgiendo y consolidándose iniciativas colectivas, nacidas del movimiento de la economía social, para ofrecer entornos de vida de calidad a las personas mayores en todo Quebec. En Gaspésie, la empresa de economía social de ayuda a domicilio Entre-Tiens adquirió una RPA en 2012 para ofrecer una serie de servicios a los residentes de la región. “Una empresa sin ánimo de lucro no busca maximizar los beneficios a toda costa, no tengo accionistas, sino un consejo de administración que garantiza la buena gestión de nuestra empresa”, explica Hélène St-Laurent, la directora general.
Una residente y su familia en una residencia de ancianos de Saint-Anne-des-Monts.
Lynda Bélanger, directora general de la Cooperativa de Servicios a Domicilio Solidario del Reino de Saguenay, está de acuerdo. En 2013, su empresa de ayuda a domicilio adquirió una RPA. “El dinero no está en el centro de nuestras decisiones, lo primero son las personas. También permitimos que los clientes desfavorecidos tengan acceso a servicios de calidad”, añade.
El impacto de estas iniciativas colectivas en el tejido social de Quebec es significativo. “En los próximos meses, seguiremos identificando soluciones prometedoras que puedan materializarse durante la cumbre de la economía social de los días 14 y 15 de mayo”, especifica Béatrice Alain.
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