Bignona, 12 oct (APS) – Más de cincuenta hectáreas de campos de cáñamo indio por valor de más de dos mil millones de francos CFA fueron destruidas por el ejército nacional en las aldeas de Sindian, departamento de Bignona, supo APS.
La operación fue llevada a cabo por el batallón de comando responsable de este sector, con el apoyo del 25.º batallón de reconocimiento y la 25.ª compañía de ingenieros de combate”, se lee en un comunicado de prensa remitido a la APS el sábado. .
La misma (operación) es la continuación de una serie de acciones llevadas a cabo por las fuerzas armadas en la zona para luchar contra el aumento del tráfico ilícito y la economía criminal, precisa el texto.
El documento indica que “varios campos de cáñamo indio fueron destruidos en Dieye, Djiondji y Massaran”, localidades situadas en el departamento de Bignona.
Lanzada el 7 de octubre, la operación a gran escala tiene como objetivo destruir completamente los campos de cáñamo en Djibidione, Dieye, Djiondji, Massaran, Balla Bassene y Niale, pueblos considerados el epicentro del cultivo de cáñamo en el departamento de Bignona.
Su objetivo “también es luchar contra el tráfico ilícito de cáñamo y de madera, que está adquiriendo proporciones preocupantes” en esta localidad.
El texto recuerda que el ejército, cuya misión principal es garantizar la seguridad y la libre circulación de las poblaciones y de sus bienes, también pretende con esta operación “neutralizar cualquier elemento armado y detener a los traficantes encontrados en el lugar”.
El Ejército Nacional también indica que “la generalización del cultivo del cáñamo no sólo ha privado a las valientes poblaciones de sus tierras cultivables sino que, sobre todo, ha hipotecado el futuro de varios jóvenes que han abandonado la escuela para dedicarse a esta actividad muy lucrativa”.
”Esto crea verdaderos problemas de seguridad en esta región fronteriza de Gambia, debido a los problemas relacionados con el tráfico de drogas”, añade el comunicado de prensa.
Al final, “se trata de devolver a las poblaciones sus tierras desposeídas para relanzar las actividades legales y garantizar la libertad de circulación en esta zona”.
Sin embargo, el ejército desea recordar que “está decididamente comprometido a apoyar el proceso irreversible de retorno de las poblaciones, pero sigue decidido a detener la expansión de la economía criminal con consecuencias socioeconómicas y medioambientales devastadoras”.
Casamance es escenario de uno de los conflictos más antiguos de África, desde que los separatistas pasaron a la clandestinidad tras la represión de una marcha en diciembre de 1982 por parte de la policía.
Después de causar miles de víctimas y devastar la economía de esta región, el conflicto ha ido disminuyendo continuamente en intensidad.
Hace unos dos años, el ejército nacional llevó a cabo operaciones en gran escala para neutralizar las principales bases rebeldes, reforzando así la calma observada en esta parte del país y favoreciendo el regreso de los desplazados a sus pueblos de origen.
El pasado mes de mayo, al menos 250 combatientes del Movimiento de las Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) depusieron las armas durante una ceremonia organizada en Mongone, localidad del departamento de Bignona, que en el pasado albergó una importante base del movimiento irredentista. informa el documento.
Fuerza Multinacional/SK/AB
