Extrañas creencias que fueron fatales para su hijo. Una pareja residente en Birmingham (Reino Unido) fue declarada culpable de provocar la muerte de su hijo de tres años, cuyo cuerpo embalsamaron y enterraron ellos mismos en su jardín, informa Sky News.
Los hechos se remontan a principios de 2020, en plena pandemia de Covid, cuando la pequeña Abiyah falleció tras contraer una enfermedad respiratoria. El niño también padecía fracturas, desnutrición severa, raquitismo, anemia, retraso en el crecimiento e incluso caries dental grave. Según el examen de sus restos óseos, Abiyah tenía seis fracturas en brazos, piernas y costillas, y no se pudo establecer la causa exacta de su muerte debido al estado del cuerpo.
Tai y Naiyahmi Yasharahyalah mantuvieron el cuerpo de su hijo en su cama durante ocho días, antes de embalsamarlo y luego enterrarlo a 80 cm de profundidad en su jardín en Birmingham.
Los jueces escucharon que ambos padres habían huido de la sociedad tradicional para crear su propio “reino” y estaban motivados por un sistema de creencias, incluida una dieta vegana restrictiva. Esto explicaría por qué los padres nunca buscaron ayuda a pesar de los múltiples problemas de salud de su hijo. “Ninguno de ellos es estúpido. Eran celosos en sus creencias”, dijo el fiscal Jonas Hankin al tribunal de Coventry.
En el juicio, que duró dos meses, se escuchó que Tai, que nació en Londres y se graduó en genética médica, llevó a cabo un “ritual de ocho días” antes de embalsamar y enterrar a su hijo con la esperanza de que “regresara”.
Los abogados defensores argumentaron que la pareja enterró a Abiyah con la esperanza de que “naciera de nuevo”, en lugar de ocultar su muerte. “Realmente creían que estaban haciendo lo correcto. Creían que su dieta y su fe en las medicinas naturales y holísticas eran la mejor solución”, dijo el abogado Bernard Tetlow durante el juicio.
Según la defensa, la pareja había “inventado” un sistema de creencias que incorporaba aspectos de la cultura igbo (Nota del editor: un grupo étnico nigeriano) que Tai adaptó para formar un sistema que llamó “ley refinada”. Dijeron a la policía que habían renunciado a la ciudadanía británica y que vivían una existencia “fuera de la red”, en un momento incluso viviendo en un contenedor de envío.
Joe Davenport, el detective de policía que siguió la investigación, dijo que Tai era un hombre “muy arrogante”, “caprichoso” y “manipulador”. Su esposa Naiyahmi es descrita como “increíblemente débil de mente” y dispuesta a anteponer su devoción a su marido a su propio hijo.
Detenidos en diciembre de 2022 en una caravana en Glastonbury (sur de Inglaterra) cinco días antes de que se encontrara el cuerpo de Abiyah, la pareja fue condenada por unanimidad por el tribunal. Su sentencia se pronunciará este jueves.
