Capri se acabó… por ahora. La isla italiana prohibió este sábado el desembarco de turistas por falta de agua, tras los problemas de suministro desde tierra firme. El alcalde, Paolo Falco, emitió la prohibición a las 7 de la mañana, lo que obligó a dar la vuelta a varios ferries que ya se dirigían a la isla, frente a la costa de Nápoles.
La compañía de suministro de agua de la isla dijo que había un problema técnico en el continente el jueves y, aunque ya se había resuelto, los problemas de suministro en Capri persistían.
25 litros de agua potable por hogar
Al declarar la prohibición, Paolo Falco advirtió de “una verdadera situación de emergencia” y afirmó que, si bien el viernes todavía había algo de agua en la isla, los embalses estaban “en vías de agotamiento”. “La emergencia se vería agravada por la llegada de los miles de turistas que llegan cada día a Capri”, afirmó.
Los residentes pueden obtener 25 litros de agua potable por hogar con un camión cisterna, dijo. La prohibición, que no se aplica a los residentes, permanecerá en vigor hasta nuevo aviso, afirmó el funcionario electo.
Capri, famosa por sus villas blancas, su costa repleta de calas y sus hoteles de alta gama, tiene unos 13.000 habitantes durante todo el año y atrae en verano a un gran número de turistas que llegan para pasar el día.
