En la isla australiana de Tasmania, este sábado, un hombre de 65 años que practicaba kayak se quedó atascado bajo unas rocas. Como su estado se deterioró rápidamente, los servicios de emergencia se vieron obligados a amputarlo para salvarle la vida.
Una operación de última oportunidad. Este sábado 23 de noviembre, la policía de la isla de Tasmania intervino en el río Franklin, al oeste del archipiélago australiano, para acudir en auxilio de un hombre de 65 años.
Este turista lituano, que estaba en un viaje grupal en kayak, se quedó atrapado bajo unas rocas mientras atravesaba unos rápidos.
Ante esta situación, el kayakista contactó con los servicios de emergencia a través de su reloj conectado, alrededor de las 15.30 horas (hora local). Los socorristas, enviados al lugar, tuvieron grandes dificultades para llegar al herido, pero intentaron sacarlo de esta zona de riesgo. Tras más de veinte horas medio sumergido, a los rescatistas les resultó imposible extraerlo de estas rocas.
Como su estado de salud se deterioró rápidamente, se tomó la decisión, con su consentimiento, de amputarlo en el acto. La operación, muy arriesgada debido a la pendiente de la zona, permitió sacarlo y transportarlo en helicóptero a una localidad vecina, informó la policía de Tasmania en Facebook.
“Un esfuerzo increíble que duró varias horas”
“Este rescate fue una operación extremadamente técnica y compleja, y un esfuerzo increíble que duró varias horas para salvar la vida de este hombre”, dijo el subcomisionado interino Doug Oosterloo.
“Se hizo todo lo posible para sacarlo antes de esta difícil decisión de amputarle la pierna. Se debe elogiar el profesionalismo y el compromiso de todos los socorristas”, añadió.
En una nueva publicación publicada este domingo, alrededor de las 5:30 a.m., la Policía de Tasmania aclaró que el hombre de 65 años aún se encontraba en estado crítico.
Sus compañeros de aventuras, todos de Lituania, también fueron sacados del río en avión. “Este fue el quinto y último país en su viaje alrededor del mundo”, concluyó tristemente la policía de Tasmania en Facebook.