¿Deberíamos temer la interferencia extranjera en la campaña?

¿Deberíamos temer la interferencia extranjera en la campaña?
¿Deberíamos temer la interferencia extranjera en la campaña?
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El candidato a las elecciones europeas, Raphaël Glucksmann, acusado en las redes sociales de ser agente de la CIA. La maniobra provino de “actores prochinos” y “cuentas prochinas”, indicó entonces a la AFP una fuente de seguridad. ¿Existe el riesgo de que se repita la misma maniobra hacia un candidato o un partido, mientras Emmanuel Macron anunciaba el domingo por la noche, para sorpresa de todos, la disolución de la Asamblea Nacional y la celebración de elecciones legislativas en un plazo muy breve: tres semanas? de preparación y campaña antes de que tenga lugar la primera vuelta?

El riesgo de injerencias extranjeras existe, afirmó la senadora LR Agnès Canayer, coponente de un proyecto de ley sobre el tema. “Una elección es siempre un caldo de cultivo para la injerencia, especialmente cuando es nacional”, explicó a La Cruz. Y tanto más cuanto que algunos países ya no ocultan sus ambiciones. Margarita Simonian, directora de los medios de comunicación pro-Kremin RT y Sputnik, reconoció la creación de canales destinados a llegar a la población estadounidense.

Navegando por las divisiones

Francia es, al igual que sus vecinos europeos, el objetivo del fenómeno. En mayo, mientras se producían disturbios en Nueva Caledonia, relatos proazerbaiyanos navegaron por las divisiones en curso y publicaron “un montaje que mostraba sucesivamente a dos policías blancos con rifles”. […] luego canacos muertos”, aseguró a la AFP una fuente gubernamental. La campaña fue considerada “bastante masiva”, con alrededor de “4.000 publicaciones”. El 16 de mayo, el Ministro del Interior, Gérald Darmanin, acusó públicamente a Azerbaiyán de injerencia.

Durante la campaña europea, a diferencia de sus vecinos alemanes, holandeses o españoles, los votantes franceses fueron menos blanco de narrativas que los animaban a no votar. Por otra parte, en Francia se observaron otras dos dinámicas: la primera fue ver denigrado a un candidato o a un partido, en particular mediante la difusión de un mensaje reproducido e impulsado de manera idéntica en varias cuentas de manera artificial. Esto es lo que le ocurrió al candidato Raphaël Glucksmann, blanco de versiones “pro-chinas”. Luego denunció “calumnias patéticas”. Para proteger a los candidatos y a sus equipos, Viginum, el servicio gubernamental responsable de identificar esta interferencia digital extranjera, había publicado una guía para “sensibilizar” a los equipos de campaña sobre estos riesgos.

La audiencia, no necesariamente el objetivo principal.

La segunda dinámica observada apuntaba, por el contrario, a apoyar a un candidato o a un partido con esos mismos métodos. Como reveló Mediapart el viernes, cuentas prorrusas difundieron mensajes favorables a Jordan Bardella y a la Agrupación Nacional durante la campaña electoral. A nuestros colegas, el partido afirma que no está en el origen de esta campaña y “condena esta operación desestabilizadora”.

Estos mensajes, señala Médiapart, no parecen haber llegado a una gran audiencia en las redes sociales. El impacto de estas campañas parece más bien en otra parte: ya sea en la repetición de mensajes, a veces transfronterizos, o en el deseo de movilizar los recursos de los equipos editoriales especializados en la verificación de datos. Así, en los últimos meses, el personal editorial de muchos países europeos (Bélgica, España e Italia) ha trabajado para verificar montajes que muestran graffitis falsos que representan a Volodymyr Zelensky como un caníbal.

Se contactó directamente con medios especializados en fact-checking, por correo electrónico o en las redes sociales, para verificar este contenido, que para algunos suplantaba a medios de comunicación. Una estrategia denominada operación “sobrecarga” por la empresa finlandesa Check First. Esta empresa no apunta directamente a la implicación de Moscú, pero asegura que “los objetivos de la operación corresponden a los intereses del Kremlin”. Viginum también advirtió el 10 de junio sobre este modus operandi.

Ahora que se ha revelado, ¿volverá a realizarse la campaña? La calma reina por el momento en el buzón de nuestra unidad de verificación de datos.

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