Las bandas se retiraron a sus escondites para mantener el terror.

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No ha habido ninguna mejora en la seguridad en la región metropolitana pero los enfrentamientos han disminuido en intensidad. Los grupos armados tuvieron que hacer retroceder su ofensiva a principios de marzo contra infraestructuras policiales y lugares estratégicos, en particular en el centro de la ciudad de Puerto Príncipe.
Las bandas, refugiándose en sus escondites, han multiplicado las trampas que sirven de emboscada. Los expertos informan que las bandas lograron cavar hoyos en las carreteras, que cubren con tablas antes de colocar los adoquines.
Estas trampas tienen como objetivo inmovilizar y destruir vehículos blindados.
No se dispone de estadísticas, pero al menos diez vehículos blindados fueron destruidos.
Estos materiales cuestan más de 800.000 dólares por unidad, comenta Ashley Laraque, lamentando que los soldados de las FADH no estén integrados en el sistema de seguridad.
Señala que las máquinas del contingente de Ingeniería aún están disponibles mientras que las máquinas pesadas de otras instituciones han sido robadas.
El embajador canadiense señala que la violencia ha disminuido algo en intensidad desde que el consejo presidencial de transición asumió sus funciones a principios de mayo.
Sin embargo, las pandillas controlan casi todos los distritos de la región metropolitana donde han instalado casetas de peaje.
Además, se ha fortalecido la red criminal involucrada en el robo de camiones de mercancías.
A principios de semana, la policía detuvo en Grand Anse a un directivo de Casec cuya empresa vendía productos robados por la banda de los 5 segundos del Village de Dieu.
LLM / radio Métropole Haití

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