Inmigración: Biden aprieta el lazo para atraer mejor al electorado más conservador

Inmigración: Biden aprieta el lazo para atraer mejor al electorado más conservador
Inmigración: Biden aprieta el lazo para atraer mejor al electorado más conservador
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Las medidas anunciadas por el inquilino de la Casa Blanca, que aspira a un segundo mandato, constituyen la última maniobra política del líder demócrata para seducir al electorado más conservador. Sin embargo, muchos analistas creen que este giro a la derecha conlleva riesgos para Biden, cuyo partido político aboga desde hace tiempo por la libertad de circulación de las personas.

El anuncio de Biden se produce también en un contexto marcado por duras críticas de los republicanos, que han seguido denunciando la política migratoria del presidente, considerándola laxa, ante los flujos migratorios récord en la frontera sur del país desde su entrada en el cargo.

Después de comprometerse a poner fin a las políticas trumpistas sobre gestión de la inmigración, incluida la expiración del Título 42, una medida de la era de la pandemia utilizada para expulsar a los migrantes antes de que puedan solicitar asilo.

Por lo tanto, Biden enfrenta muchos desafíos, incluidos los llamados de los estados fronterizos para que se aumente la ayuda federal para gestionar la crisis migratoria.

Ante estos desafíos, el presidente demócrata intenta abordar la cuestión de la inmigración, que constituye una de las grandes preocupaciones de los votantes, a pocos meses de las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

Según el decreto firmado el martes por el inquilino de la Casa Blanca, cuando el promedio de siete días de cruces fronterizos diarios supere los 2.500, los solicitantes de asilo serán rechazados. Luego, una vez que el promedio de siete días caiga por debajo de 1.500, esta medida se levantará.

Durante las últimas tres semanas, el promedio diario de cruces fronterizos ilegales ha sido de 3.700, por lo que las nuevas medidas pueden entrar en vigor de inmediato.

Este sistema, sin embargo, incluye excepciones para niños no acompañados, personas que enfrentan problemas médicos o de seguridad graves y víctimas de trata de personas.

Para implementar estas restricciones, Biden se basa en la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que le otorga amplios poderes para suspender la entrada de extranjeros a Estados Unidos por motivos de seguridad nacional.

Entre maniobras electorales y mensajes políticos

A pocos días de su primer debate televisado con su rival Donald Trump (27 de junio), el presidente Biden decidió abordar uno de los temas más candentes de la escena política estadounidense.

La medida también se produce menos de dos semanas después de que el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, obstruyera los intentos republicanos de alcanzar un acuerdo bipartidista sobre la política migratoria fronteriza. La maniobra de Schumer allanó el camino para que Biden hiciera su anuncio con fanfarria.

Históricamente, son los republicanos quienes siempre han abogado por una política de inmigración más dura. Su actual candidato, Donald Trump, lo ha convertido incluso en uno de los pilares de su campaña electoral.

Biden se dijo convencido de que “las fronteras de Estados Unidos deben ser seguras” para justificar las medidas adoptadas para restringir la concesión de asilo a los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur del país.

“Preferiría resolver este problema mediante una legislación bipartidista”, dijo Biden desde la Casa Blanca, añadiendo que el elevado número de inmigrantes en la frontera es “un resultado directo del fracaso del Congreso a la hora de modernizar un sistema de “inmigración y asilo que ya no existe”. obras”.

En opinión de los observadores, el anuncio de estas medidas por parte de Biden, apenas dos días después de la elección del nuevo presidente de México, envía un mensaje claro al vecino del sur sobre la necesidad de continuar la coordinación entre ambos países para controlar los flujos migratorios.

Fuertes críticas de todos lados

Aunque las medidas tomadas por Biden apuntan a endurecer la política de inmigración, el campo republicano no ve esta medida con buenos ojos, aunque comparte su enfoque. Mientras algunos criticaron a Biden por no haber dado este paso antes, otros consideraron que no era lo suficientemente restrictivo.

Dentro del propio Partido Demócrata, Biden tampoco se salvó. A nivel legal, enfrenta la ira de los defensores de la inmigración. Además, el grupo Unión Estadounidense por las Libertades Civiles anunció su intención de demandar a la administración Biden por endurecer las condiciones de inmigración.

La apuesta de Biden podría avivar la ira entre los progresistas dentro del Partido Demócrata, ya que también podría dar al candidato demócrata un impulso para ganar un segundo mandato al frente del país.

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