A última hora de la mañana del viernes, Michael Stürzenberger se preparaba para hablar en la plaza del mercado de Mannheim, una ciudad del Rin en el suroeste de Alemania. El BPE. La Bürgerbewegung Pax Europa (Movimiento Ciudadano Pax Europa) había instalado allí un stand con el objetivo de advertir contra “los peligros de la influencia del Islam político en las sociedades democráticas de Alemania y Europa”.
La participación de este activista antiislámico había sido destacada por este movimiento de extrema derecha en las redes sociales, en particular en X. Pero la diatriba de esta figura controvertida muy conocida en Alemania no tuvo tiempo de comenzar.
Un joven, de origen afgano, atacó a Michael Stürzenberger y a otros cinco activistas de Pax Europa, hiriéndolos con un cuchillo; la vida de un policía también corre peligro. Una de sus responsables, Stefanie Kizina, “en estado de shock”, denunció “un ataque selectivo” contra Michael Stürzenberger, que resultó herido “en la cara y en las piernas”, añadió. ¿Fue él quien atrajo al autor de lo que el canciller alemán Olaf Scholz rápidamente describió como “un ataque”, aunque la policía ahora considera plausible el motivo islamista?
Bajo vigilancia
El bávaro Michael Stürzenberger, nacido en 1964, organiza desde hace muchos años manifestaciones antiislámicas en Munich, donde se distinguió por lanzar peticiones contra la construcción de nuevas mezquitas. La Oficina Estatal de Baviera para la Protección de la Constitución finalmente clasificó al movimiento BPE y a Stürzenberger como representantes de la “islamofobia relevante para la protección de la Constitución” y está supervisando sus actividades. En su sitio web interno, el BPE no hace distinción entre islam e islamismo: a ambos les atribuye, entre otras cosas, “un desprecio agresivo y una intolerancia”, señala el Tagesschau.
El hombre de casi sesenta años ya ha sido declarado culpable, entre otras cosas, de insultar a las comunidades religiosas. En 2015 le impusieron una pena de prisión suspendida de cuatro meses y 960 euros por declarar que todos los musulmanes eran terroristas potenciales en una manifestación de Pegida (Patriotische Europäer gegen die Islamisierung des Abendlandes, abreviado PEGIDA). Michael Stürzenberger utilizó en el pasado vídeos de ataques e insultos contra él para promover su causa, señala también el canal ZDF.
