Un proyecto de restauración del paisaje forestal en el punto de mira en África, según un estudio publicado en la revista científica Science – VivAfrik

Un proyecto de restauración del paisaje forestal en el punto de mira en África, según un estudio publicado en la revista científica Science – VivAfrik
Un proyecto de restauración del paisaje forestal en el punto de mira en África, según un estudio publicado en la revista científica Science – VivAfrik
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¿Están amenazados la biodiversidad y los ecosistemas de África? No es suicida responder afirmativamente si confiamos en los científicos. De hecho, la Iniciativa para la Restauración de los Paisajes Forestales Africanos (AFR100) está en el punto de mira tras un estudio publicado en la revista científica Science. Según los expertos, este proyecto, que pretende restaurar 129 millones de hectáreas de tierras degradadas de aquí a 2030, podría poner en peligro la biodiversidad y los ecosistemas de África.

Por WhatsApp envía una foto de su próspera e impecablemente mantenida granja. Prefiriendo permanecer en el anonimato, este beneficiario de 100 AFR en el África subsahariana es el primero de su familia en poseer su propio negocio. Una oportunidad que se debe en parte a la iniciativa: “No podría realizar todo mi trabajo sin la ayuda de AFR100, porque mi gobierno no hace nada para ayudarnos”, explicó a RFI.

Lanzada en 2015, esta iniciativa afecta a 34 países africanos y el objetivo anunciado con letras rojas en su sitio web es “restaurar los paisajes de África”. Si el proyecto contribuye al desarrollo de las comunidades locales, en particular mediante proyectos agroforestales y la instalación de árboles en tierras ya cultivadas, los expertos destacan el aspecto medioambiental.

“Analizamos cuánta superficie habían prometido reforestar y luego cuánta superficie forestal había disponible y descubrimos que en muchos países no había bosque alguno o la superficie forestal prometida era mucho menor que la que se prometía restaurar”, explica Kate. Parr, profesor de ecología tropical de la Universidad de Liverpool y coautor del artículo publicado en Science.

En 18 de los 34 países donde se desarrolla la iniciativa hay más proyectos de restauración prometidos que superficie a restaurar. El riesgo: plantar árboles en sabanas o pastizales que no los necesitan y dañar la biodiversidad y los ecosistemas milenarios.

Combinando medio ambiente y desarrollo

Contactado por RFI, AFR100 refuta las conclusiones de los investigadores: “No tuvieron en cuenta el uso de la tierra por parte del hombre. Hay pueblos, pueblos que se sitúan en estos prados y cuando la gente empieza a cultivarlos planta árboles de mango o maracuyá por ejemplo”, explica Sheryl Quail para justificar estas plantaciones de árboles, el 60% de los cuales son especies no autóctonas. El responsable de seguimiento de proyectos de la secretaría de AUDA-NEPAD, la agencia de desarrollo de la Unión Africana detrás de la iniciativa AFR100, afirma que estos proyectos agroforestales deben tener un retorno para los agricultores.

La agrosilvicultura se considera un medio eficaz para combinar el medio ambiente y el desarrollo de las comunidades locales. Pero cuando se trata de comprender si el objetivo de AFR100 tiene más que ver con la restauración de tierras que con ayudar a las comunidades locales, Sheryl Quail reconoce que la iniciativa no está clara. Además, admite que el objetivo de recuperar 129 millones de hectáreas de aquí a 2030, dos veces y media el tamaño de Francia, es “simbólico” ya que “no hay dinero para ello”. Un punto sorprendente cuando se recaudaron más de mil millones de dólares en fondos públicos y privados para la iniciativa.

Un sistema de control inestable

Entre los financiadores se encuentra el Bezos Earth Fund, la organización filantrópica del director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos. En su sitio web, Bezos Earth Fund destaca paisajes exuberantes con imágenes del multimillonario, con gafas de sol en la nariz y mirando concentrado en la naturaleza que tiene delante. Según Emily Averna, responsable de los programas de restauración, la fundación ha pagado más de 50 millones de euros al AFR100 y está siguiendo de cerca los proyectos. “Tenemos un protocolo de control muy riguroso, realizado mediante tecnologías satelitales, georreferenciación y fotografías de campo”, explica.

Sin embargo, cuando se trata de entender quién realiza las comprobaciones de campo, Emily Averna no lo sabe. Poca información adicional por parte de AFR100 e incluso una admisión de Sheryl Quail: la prioridad es “comprender dónde están todos los proyectos”. Si bien es cierto que se necesita perspectiva para evaluar estos proyectos, RFI descubrió que al menos dos de ellos destacados en el sitio web nunca comenzaron o tuvieron que ser interrumpidos desde 2022. Peor aún, los datos de contacto de los gerentes de proyectos disponibles en línea a veces son incorrecto. Algunos contactados por nosotros dicen que no saben por qué su nombre o su organización están afiliados al AFR100.

A pesar de una rotunda campaña de comunicación en línea y objetivos ambiciosos, los resultados relacionados con AFR100 son mixtos. Como prueba, un informe de la iniciativa estima que entre 2016 y 2021 se restauraron algo más de 900.000 hectáreas, muy lejos de los 129 millones prometidos para 2030. Sin embargo, detrás de las cifras, hay vidas humanas impactadas positivamente, como lo demuestra el proyectos destacados en el sitio web de la iniciativa. Pero la restauración también implica proteger el medio ambiente y los ecosistemas. Y desde este punto de vista, como explica el artículo de Science, el AFR100 todavía tiene que demostrar su valía.

Con RFI

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