(BFM Bourse) – Las acciones de Stellantis se desplomaron este lunes en la Bolsa de París mientras su director general renunciaba a su delantal durante la noche del domingo al lunes. Lo que sorprende al mercado y lleva al grupo a la niebla.
Carlos Tavares perdió en pocos meses gran parte de la reputación que había construido durante 10 años. Lo que finalmente le obligó a abandonar el barco antes de lo previsto. El director general de Stellantis presentó el domingo su dimisión ante el consejo de administración de la empresa.
En la Bolsa de París, el anuncio enfureció a los inversores. Las acciones de Stellantis perdieron un 8,3% alrededor de las 10:20 horas, mostrando la mayor caída en el CAC 40. Durante todo el año 2024, las acciones del fabricante de automóviles cayeron un 44,1%.
La caída del fabricante nacido de la fusión entre Peugeot SA y Fiat Chrysler, en enero de 2021, fue sumamente brutal. Recordemos que el año pasado Stellantis tuvo el mejor desempeño en el CAC 40 (+59,23%).
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Existencias demasiado altas
Pero todo cambió en 2024, año en el que los problemas norteamericanos de Stellantis, largamente ignorados por la compañía, finalmente estallaron y lastraron sus resultados.
La compañía dejó que sus inventarios se acumularan en Estados Unidos, su mercado más importante en términos de rentabilidad, hasta alcanzar niveles preocupantes que lastraron tanto sus ventas como sus márgenes. En el primer semestre de 2024, su margen operativo actual en Norteamérica cayó del 17,5% al 11,4%.
Estas persistentes dificultades llevaron al grupo a emitir una dura advertencia sobre los resultados a finales de septiembre, dañando así la credibilidad de la dirección.
A principios de octubre se produjo un primer shock con varios cambios en la dirección, entre ellos, en particular, la salida de la directora financiera, Natalie Knight, que permaneció en este cargo durante menos de un año y medio.
Carlos Tavares había guardado su lugar. Pero la empresa había anunciado que no volvería al final de su mandato actual, que expira el 1 de enero de 2026. El líder portugués tuvo que decidir dejar el volante con más de un año de antelación, haciendo así su delantal el domingo, con efecto inmediato.
Stellantis debe encontrar un sucesor a finales del primer semestre de 2025. Hasta entonces, John Elkann, heredero de la familia Agnelli (fundadores de Fiat) y presidente del consejo de administración del fabricante de automóviles, presidirá “un ejecutivo temporal”. comité”.
Un líder aislado
Los motivos de la repentina marcha de Carlos Tavares no han sido explicados con franqueza por parte de la empresa. “El éxito de Stellantis desde su creación se ha basado en una perfecta alineación entre los principales accionistas, el consejo de administración y el director general (director general, nota del editor). Sin embargo, en las últimas semanas han surgido diferentes puntos de vista que han puesto de relieve la situación. consejo de administración y el director general a la decisión de hoy”, explicó Henri de Castries, director de Stellantis.
“Tavares ciertamente buscaba reducir significativamente los costos, mientras que los problemas de Stellantis se deben más a una visión demasiado optimista de sus marcas, su poder de fijación de precios y su posición en el mercado, y a “no tener en cuenta la creciente ansiedad de sus distribuidores”. que sintieron que se ignoraba su perspectiva sobre la situación real en el frente”, comenta Bernstein.
La dimisión del directivo “parece confirmar que Carlos Tavares estaba cada vez más aislado (en la dirección pero también, por tanto, en el consejo de administración) y, quizás, demasiado rígido para adaptar una estrategia que ciertamente ha dado excelentes resultados desde hace muchos años (recuperación de PSA y Opel, debut de Stellantis), pero ya no parecía adaptado al entorno actual, como lo demuestran las importantes dificultades comerciales y operativas del grupo este año (pérdida de cuota de mercado, existencias demasiado elevadas, lanzamientos difíciles, distribución, etc.)”, desarrolla por su parte Oddo BHF.
Las casas Ferrari
En cualquier caso, la salida de Carlos Tavares no tranquiliza al mercado sobre una potencial recuperación de Stellantis. Esto a pesar de que la empresa confirmó el domingo sus objetivos para 2024.
Desde el aviso de beneficios de finales de septiembre “los inversores están cada vez más preocupados y hacen preguntas sobre Stellantis”, subraya Bernstein. “Tememos que la salida (de Tavares) a corto plazo presagia un resultado más difícil para muchos de ellos, al menos en los próximos meses”, añade el corredor.
“Con esta partida se pasa página y la visibilidad debería seguir siendo baja mientras no haya un nuevo comandante al timón del barco”, juzga por su parte Invest Securities.
En un tono más positivo, el Royal Bank of Canada recuerda el caso de Ferrari, otra empresa del grupo de los Agnellis (que poseen el 24,65% del capital) y cuyo consejo de administración es presidido por John Elkann.
John Elkann había reemplazado temporalmente al gerente general, Luis Camileri, luego de su salida en diciembre de 2020 por motivos personales. Así, John Elkann asumió el cargo hasta junio de 2021, cuando Benedetteo Vigna se hizo cargo del caballo encabritado. “Desde entonces, las acciones de Ferrari han aumentado un 140%”, afirma el Royal Bank of Canada.
Por tanto, veremos si John Elkann podrá reproducir este éxito en Stellantis. “Elkann ya ha demostrado buen instinto a la hora de elegir un nuevo director general”, afirmó Bernstein.
“Esperamos que la junta directiva considere una combinación de candidatos internos y externos, pero el período intermedio será difícil para la dirección de la empresa y los inversores”, advierte la consultora.
“El hecho de que un gran número de talentosos ex directivos de FCA de la era Marchionne en Norteamérica hayan abandonado Stellantis complica las cosas”, añade.
“La salida de Carlos Tavares también podría marcar el inicio de una evolución en la gobernanza que ahora consideramos perfectible y no ajena a las dificultades operativas encontradas”, juzga Oddo BHF.
“De hecho, en la configuración actual, el CEO supervisa, solo, un comité ejecutivo que todavía es demasiado grande (29 miembros hoy), un legado acumulativo de enfoques históricos de PSA/FCA, que, en nuestra opinión, puede tener la consecuencia de diluir responsabilidades y retrasar la toma de decisiones (aún estamos esperando detalles sobre la composición del comité ejecutivo temporal mencionado ayer, pero es probable que se incline aún más hacia la FCA)”, subraya el corredor.
Julien Marion – ©2024 BFM Bourse