El primer impuesto al carbono en la agricultura espera a los ganaderos daneses, mientras que su gobierno acaba de firmar un acuerdo para gravar las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola.
Los criadores daneses deberán pagar 90 euros de impuesto por vaca a partir del año 2030.
En un comunicado de prensa del Ministerio de Economía del 25 de junio de 2024, el gobierno danés anunció la introducción del primer impuesto al carbono del mundo sobre el ganado. La ganadería es una de las principales fuentes de emisiones de metano en este país, lo que contribuye significativamente a sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La medida forma parte de un acuerdo histórico para una “Dinamarca Verde”, firmado por el gobierno tripartito, tras arduas negociaciones entre representantes de agricultores, industrias y defensores del medio ambiente. Si bien la industria láctea danesa ha acogido con satisfacción el acuerdo y sus objetivos, ha despertado la ira de algunos agricultores.
Impuesto progresivo a partir de 2030
El impuesto debería entrar en vigor en 2030, de forma gradual. Cada tonelada de dióxido de carbono emitida por el sector agrícola se gravará con 120 coronas danesas, o 16 euros, tras aplicar una deducción básica del 60%. En 2035, el importe del impuesto aumentará a 300 coronas danesas por tonelada de CO2 emitida, o 40 euros.
Los fondos generados por este impuesto al carbono se utilizarán para financiar la transición verde de la industria, explica el gobierno agrícola, al menos durante los dos primeros años. El acuerdo alcanzado también pretende incentivar al sector a buscar soluciones para reducir sus emisiones.
En términos más generales, esta medida prevé la creación de un Fondo Danés para Espacios Verdes, con el fin de estimular la transformación del territorio. Se reservarán 250.000 hectáreas de tierras cultivables y agrícolas para la tala.
Preocupaciones por los trabajos ganaderos
Las explotaciones ganaderas serán irremediablemente las más afectadas por la aplicación de este impuesto, consecuencia de las grandes cantidades de metano emitido por las vacas, un gas de efecto invernadero especialmente potente.
Ante el riesgo de pérdida de puestos de trabajo en las explotaciones ganaderas y porcinas, el Gobierno sostiene que este acuerdo permitirá la creación de numerosos puestos de trabajo atractivos, por ejemplo en el sector forestal, y permitirá invertir en el sector agrícola y agroalimentario. mas competitivo.
Reducir las emisiones en 1,8 millones de toneladas
“El desarrollo ecológico de la agricultura danesa se acelerará aún más”, afirma el gobierno danés. Su objetivo es “reducir las emisiones de GEI en 1,8 millones de toneladas de aquí a 2030”, precisa el comunicado de prensa.
La firma de este acuerdo por parte de la coalición gubernamental abre “un nuevo capítulo en la historia agrícola danesa”, afirmó el ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca, Jacob Jensen. De este modo, traza el rumbo para la reestructuración y transformación a largo plazo del paisaje danés y su producción de alimentos.
“Gracias a este acuerdo, alcanzaremos nuestros objetivos climáticos en 2030 y daremos un gran paso hacia la neutralidad climática en 2045”, afirmó el ministro de Finanzas, Jeppe Bruus. Ahora se espera que el acuerdo sea aprobado por el parlamento danés a finales de este año.
Otros países occidentales también han considerado reducir las emisiones de carbono de los agricultores mediante un impuesto. Lo último es que Nueva Zelanda acaba de abandonar su propuesta de ley de impuestos sobre las emisiones de GEI procedentes del ganado.
