En la familia Zidane la familia es sagrada. El padre, Smail, se encuentra estos días en Argelia, donde nunca ha dejado de ir. Esta vez se encuentra en la tierra de sus antepasados, en Aguemoun, en Cabilia, por un motivo muy particular.
La familia Zidane sufrió un terrible calvario en 2019. Farid, el mayor de los hermanos, falleció tras una larga enfermedad con tan solo 54 años.
La desaparición del mayor, que era el pilar, afectó mucho a la familia. Zinedine Zidane, el famoso futbolista, ha rendido homenaje públicamente a su hermano en varias ocasiones.
Tras la victoria de Argelia en la CAN en julio de 2019 en Egipto, Zizou dedicó la coronación a su hermano, fallecido una semana antes. “Mi hermano mayor Farid debe estar orgulloso. Seguiré haciendo brillar su estrella todos los días de mi vida”escribió en las redes sociales el Campeón del Mundo de 1998 con Francia.
Como había deseado en vida, Farid fue enterrado en el pueblo natal de sus padres, Aguemoun, en la comuna de Boukhelifa, al este de Béjaïa. Miembros de su familia, en particular su padre Smail, vienen regularmente a Argelia para presentar sus respetos ante su tumba en el cementerio de Aguemoun, donde descansa junto a sus antepasados.
Esta vez también vino Mehdi, el hijo de Farid. Para rendir un marcado homenaje a su padre, quiso realizar una pequeña hazaña.
La emotiva visita del padre de Zidane a la tierra de sus antepasados en Cabilia
Tras llegar a Argel en avión, se dirigió a pie hasta el pueblo donde está enterrado su padre. Caminó 265 kilómetros en cinco días, una media de más de 50 kilómetros diarios. En el pueblo, fue recibido por su abuelo, Smail, que estaba conmovido hasta las lágrimas. El anciano se conmovió tanto más cuanto que no fue informado del proyecto de su nieto. Tampoco sabía que su abuelo estaría presente. La sorpresa es total.
Ante el micrófono de BRTV, Smail Zidane, de 88 años, recitó algunos versos en cabila, suyos, que representan el dolor por la pérdida de su hijo.
“Aquí nací y pasé mi infancia. Si hubiera encontrado trabajo aquí, no me habría ido a Francia en 1953”, dijo con voz cansada y anudada por la emoción. También es en verso que relata su separación de sus padres, cuando apenas tenía 17 años. “Felices los que pudieron quedarse en su país”añadió.
“Es un homenaje a mi padre y a mi abuelo. Quería hacer algo para mostrar Argelia y promoverla. Espero que a la gente le haya gustado y le haya gustado ver el lado bueno de Argelia y de los argelinos. Porque en el camino conocimos argelinos extraordinarios. Fue impresionante”declaró por su parte Mehdi Zidane sobre su hazaña.
El joven elogió a sus compatriotas. “Son extraordinariamente generosos y espontáneos. No sabían quiénes éramos ni qué hacíamos y nos abrieron sus puertas”, dijo agradecido y asombrado.
