fabrica canoas polinesias para pasear por el Seudre

-

Ffabricante de canoas tradicionales es un oficio reinventado por Jérôme Zerrouki en su taller de Saint-Sulpice-de-Royan, hoy uno de los pocos en Francia que practica este saber hacer. Una pasión guiada por su amor por el stand-up paddle y que le llevó a la creación de Esprit Paddle. No es un club, ni una empresa de alquiler, sino la promesa de una experiencia única y atemporal.

“Las canoas fueron el primer medio de transporte utilizado, incluso antes de la domesticación de los caballos”, explica el artesano. A pesar de la historia común que comparten ambos medios de transporte, es la canoa polinesia la que más atrae. Con su posición sentada, remar es más cómodo que andar en kayak. “Estamos mejor sentados y la piragua avanza sola sin tener que forzarla”, dicen los habituales.


Un paseo en canoa de al menos una hora costará 30 euros por persona y 25 euros para niños menores de 12 años.

Cristina Rieb

Con demasiada frecuencia olvidamos el interior

El objetivo de las excursiones propuestas por Jérôme es descubrir el otro lado del territorio. Frente a las playas y a la extensa costa, el Seudre ofrece un paisaje digno de resaltar, según este amante de la región. “Con demasiada frecuencia nos olvidamos del backcountry”, añade el creador de Esprit Paddle. Desde 2016, Jérôme Zerrouki fideliza a sus clientes. Antes de viajar por la región con sus remos, hoy los mismos clientes vuelven a verlo a sus instalaciones de L’Éguille, atraídos esta vez por los paseos en canoa.

La idea de su propio taller, nacida en 2015, vio realmente la luz gracias a su encuentro con Christian Campi, arquitecto naval de canoas oceánicas. Su colaboración se basó en compartir conocimientos. El arquitecto entrega el molde y los planos de construcción y el Royannais, por su parte, ejecuta los planos en su taller de Saint-Sulpice-de-Royan. “Se ahorra tiempo y dinero, ya que los moldes ya existen y las patentes ya han sido aprobadas”, explica Jérôme Zerrouki.

Trabajo a seis manos

Si este aficionado a los deportes acuáticos fabrica primero las canoas para su empresa, espera poder venderlas. La construcción es un proceso largo que ha estado en marcha desde el otoño. Primero necesitas preparar el molde. “Limpiamos y aplicamos parafina, luego procedemos a la estratificación mediante capas de resina y tejido”, explica Jérôme Zerrouki. Este paso lo llevó a cabo con la ayuda de Thierry Lainard, especialista en materiales compuestos y propietario de Oceane Composite.

Luego llega el momento de desmoldar, cortar y dar forma a la madera, para lo cual el artesano cuenta esta vez con el apoyo del ebanista Stéphane Groch. “No podría estar mejor rodeado que por los tres especialistas que me acompañan”, se alegra Jérôme Zerrouki. Por último, las velas están fabricadas a partir de velas de barco recicladas. Un enfoque ecológico que los Royannais esperan continuar mediante el uso futuro de compuestos de origen biológico.


Jérôme Zerrouki afirma que nada es irreparable en una canoa, lo que la convierte en una actividad de ocio ecológica teniendo en cuenta su duración.

J.Z.

En esta primera temporada, dos canoas polinesias saldrán del taller y se adentrarán en las aguas del Seudre.

Para contactar con Jérôme Zerrouki: el sitio web de Esprit Pádel o por teléfono al 06 87 84 70 25.

-

PREV Instalación de la nueva DG de ONDA
NEXT El ganador del millón de euros en el Euromillones llamado a presentarse lo antes posible