Un mosaico de colores
El artista de fama mundial, que vive entre Marrakech y Londres, es conocido por sus coloridas obras, un caleidoscopio de colores donde rostros de todos los ámbitos de la vida se mezclan en un universo vibrante enteramente diseñado por el artista, desde la ropa hasta los accesorios. Integrando objetos y gráficos cotidianos, sus creaciones evocan un universo donde los elementos locales y lo global se entrelazan. Cada obra es un ensamblaje meticuloso de elementos dispares, desde latas de productos alimenticios hasta accesorios tradicionales y marcos que añaden una dimensión escultórica a su arte.
Hassan Hajjaj en Jajjah, Marrakech-Yoriyas.
Lejos de deshacerse de los clichés orientalistas y de la percepción occidental del continente africano, los lleva al extremo y colorea aún más este exotismo para trascenderlo mejor. Combinando influencias pop, tradiciones marroquíes y estética contemporánea, Hassan Hajjaj logra crear una firma única, colorida y atrevida. Su visión, tierna y crítica a la vez de la sociedad marroquí, confiere a sus obras una profundidad notable, haciendo de cada creación un testimonio vibrante de diversidad y creatividad.
