Cada temporada, el mismo castaño. ¿Cómo obtener los puntos suficientes para clasificarse a los torneos de Grand Slam, objetivo final de los jugadores del circuito? Ya sea para entrar en el cuadro principal o en la clasificación, cada uno tiene su propia estrategia. Si tienes que ser miembro del Top 100 para ingresar al sorteo final de un Major, no debes estar clasificado por debajo del puesto 230 en el mundo (aproximadamente) para aspirar a ingresar a las calificaciones.
Hay mucho en juego. Unirse a un Grand Slam es una operación rentable, sea cual sea el curso. En primer lugar, económicamente, donde una derrota en la primera ronda de un Major aporta mucho más que un título Challenger. En 2025, el perdedor de la primera ronda del Abierto de Australia recibirá 132.000 dólares australianos (o 79.729 euros). Para la clasificación, los jugadores recibirán respectivamente 35.000 dólares (21.140 euros), 49.000 dólares (29.596 euros) y 72.000 dólares (43.489 euros) por una derrota en la primera, segunda y tercera ronda. Cantidades que te permitan respirar durante la temporada. A modo de comparación, el Bali Challenger (Indonesia, principios de enero de 2025) ofreció a su ganador un premio de 30.000 dólares o aproximadamente 28.830 euros. Los puntos recogidos también son mucho más interesantes. En un Grand Slam, un jugador puede acumular hasta 2.000 puntos, mientras que un Challenger (segunda división del torneo) puede ganar, en el mejor de los casos, 175 puntos y un Future (tercera división del torneo) 25 puntos.
Constant Lestienne, actual 188 del mundo, sabe desde hace varias semanas que ha obtenido su billete para las clasificaciones del Major australiano. Sin embargo, decidió ir a Japón en noviembre, a los Challengers de Kobe (en el centro del país) y Yokohama (al sur de Tokio), para “saca puntos para terminar el año entre los 200 primeros”, mientras que la mayoría de los jugadores franceses optaron por quedarse en Europa. Una estrategia que dio sus frutos ya que a finales de octubre se encontraba en el puesto 196. Prefería Japón a Europa por “un cambio de aires, ver caras nuevas, descubrir este país que no conocía”, más también para “la superficie, muy rápida, que se adapta bien a mi juego”.
Además de la superficie, la adversidad presente en cada torneo también es un criterio para estos buscadores de puntos. “Hay torneos en los que las clasificaciones son más bajas y, por lo tanto, se pueden conseguir más puntos, explica Titouan Droguet, jugador número 182 del mundo. Por ejemplo, en Japón las listas eran un poco más débiles que en Europa, donde a menudo son muy fuertes”. Una elección estratégica que le permitirá multiplicar sus posibilidades de ganar y, por tanto, de ganar puntos ATP y WTA.
“En torneos que requieren viajes largos, a los que sabemos que pocos jugadores quieren ir y que siguen siendo bastante difíciles [d’accès]sabemos que son menos exigentes y que es más fácil sumar puntos, confirma Alice Tubello, 219ª en la WTA. Sí, es una estrategia para llegar lejos”.
“Hay una parte táctica en esta búsqueda de puntos a final de año. Tienes que organizar bien tu programación, admite a su vez Constant Lestienne. También dependerá de cómo juego y de cómo me siento. Si tengo confianza, iré más a un ATP, y si necesito volver a motivarme, quizás iré más a un Challenger.
“Algunos jugadores también se van a los Futures [catégories au-dessous] porque están a unos pocos lugares del Abierto de Australia y sólo cuentan con eso para clasificarse”.
Constant Lestienne, jugador número 188 del mundoen franceinfo: deporte
A veces, la estrategia adquiere otras apariencias, con pruebas donde brillaron para preservar, lo menoslos puntos ganados el año pasado. “Algunos jugadores están volviendo a jugar los torneos que ganaron el año anterior, porque lo saben y tienen confianza. Otros apostarán en competiciones en las que sean cabezas de serie, porque están un poco más protegidos”. underlines Alice Tubello.
Si bien los jugadores determinan con mayor frecuencia su programación, a veces ciertas limitaciones pesan sobre sus elecciones. Operada de una lesión en el hombro en junio de 2023, Alice Tubello tenía pocas alternativas para su regreso al circuito en 2024. “Había caído al puesto 720 del mundo, lo que no reflejaba mi juego. Tuve que ir a Burundi para torneos de $25.000, los únicos en los que podía entrar con mi ranking. En Europa, en la 750 ni siquiera me clasifiqué”. recuerda la jugadora, que ganó un título y luego una final en los dos torneos en los que participó.
Por detrás, dos torneos (25.000 dólares) en Colombia (semifinal en Anapoima y título en Sopo) le permitieron sumar puntos suficientes para clasificarse para la clasificación de Roland-Garros.
Aunque Alice Tubello logró su objetivo clasificándose en París, no obstante “Incurrió en un gasto bastante grande para ir allí”. Las elecciones de programación deben ser coherentes con el objetivo del jugador pero sobre todo con su presupuesto, que incluye los gastos relacionados con los viajes del jugador y su equipo. Para limitar los costos, los jugadores organizan giras en los países visitados, para acumular torneos y, nuevamente, rentabilizar el viaje.
“Todo el mundo intenta ser lo más estratégico posible, desde el punto de vista financiero”, tranche Alice Tubello. Al ir a Japón, Constant Lestienne asume Además “el esfuerzo económico”: “El viaje costó más que en otros lugares, con el billete de avión, pero fue una inversión, apoya al Amiens. j’Realmente aposté a que iba a jugar mejor en Japón que en Europa”. Con una plaza reforzada en la clasificación para el Open de Australia, Constant Lestienne ha acertado en su apuesta.