La guerra silenciosa entre los directores generales de la NHL tiene un nuevo capítulo, y esta vez, Bill Guerin se ha hecho cargo de Kent Hughes.
Los Minnesota Wild acaban de finalizar un intercambio para adquirir a David Jiricek, el defensa seleccionado sexto en la general por los Blue Jackets en 2022.
A cambio de Jiricek y una selección de quinta ronda, los Blue Jackets reciben a Damon Hunt, una selección de primera ronda de 2025, una selección de segunda ronda de 2027 y una selección de cuarta ronda.
Un precio que, aunque elevado, parece totalmente razonable para un jugador del calibre de Jiricek.
Este defensor de 19 años, seleccionado sexto en la general en 2022, ya es visto como un pilar potencial para la NHL y habría llenado una necesidad evidente en la organización de Montreal.
Esta transacción marca un revés significativo para Hughes y los Montreal Canadiens, quienes también están desesperados por construir un equipo defensivo capaz de competir con los mejores de la liga.
David Jiricek representa todo lo que CH podría esperar de un defensor: joven, diestro, móvil y bendecido con una rara inteligencia en el hockey.
Con Brock Faber ya firmemente arraigado en la organización Wild, Guerin no sólo ha fortalecido a su equipo, sino que ha posicionado a Minnesota como un referente de desarrollo defensivo en el lado derecho.
Este movimiento estratégico demuestra una vez más la capacidad de Guérin para actuar con rapidez y eficacia en el mercado.
Kent Hughes, por su parte, podría estar perdiendo equilibrio en una carrera donde cada segundo cuenta.
Si bien el CH confía en defensores como Lane Hutson y David Reinbacher para solidificar su futuro, la transacción Jiricek-Faber resalta una verdad brutal: los Canadiens no pueden permitirse el lujo de prolongar su proceso de reconstrucción.
La pérdida de esta oportunidad pone de relieve los desafíos que enfrenta Hughes para seguir siendo competitivo en un mercado donde el talento defensivo es escaso y costoso.
Para Guerin, es una victoria que va más allá de la simple adquisición de un jugador prometedor. Envía un mensaje claro a la liga: Minnesota habla en serio, no sólo por hoy, sino por los años venideros.
Con Jiricek y Faber, los Wild se están armando con una de las columnas defensivas más prometedoras del circuito. La comparación con el dúo Shea Weber-PK Subban de los buenos años en Montreal no es exagerada, pero duele cuando nos damos cuenta de que Hughes no supo aprovechar tal oportunidad.
Esta transacción también plantea interrogantes a los canadienses. Si Hughes sabía que Jiricek estaba disponible, ¿por qué no fue más agresivo?
¿El precio de venta era demasiado alto o fue simplemente Guerin quien jugó mejor sus cartas?
De todos modos, los fanáticos de CH, que ya están frustrados por la falta de progreso tangible, verán esta noticia como otra oportunidad perdida para satisfacer una necesidad evidente.
Aún es pronto para juzgar el impacto de esta transacción, pero una cosa es segura: Bill Guerin ha fortalecido aún más su reputación como uno de los mejores arquitectos del hockey.
Kent Hughes, por su parte, tendrá que redoblar sus esfuerzos para demostrar que puede competir en una liga donde los movimientos audaces marcan la diferencia.
Por ahora, el veredicto es claro. En este duelo de DG, Guerin obtuvo una contundente victoria.
En cuanto a Hughes, tendrá que encontrar una manera de responder rápidamente, de lo contrario los Habs quedarán atrapados en una reconstrucción interminable.
Amén