CAN-2025: por qué no debería sorprendernos la histeria de los medios argelinos

CAN-2025: por qué no debería sorprendernos la histeria de los medios argelinos
CAN-2025: por qué no debería sorprendernos la histeria de los medios argelinos
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Por costumbre, ya no nos sorprenden las elucubraciones y fantasías de los medios de comunicación argelinos sobre Marruecos. Pero su reacción histérica tras el anuncio de la próxima CAN es incomprensible y plantea interrogantes sobre las motivaciones de este microcosmos al borde de una crisis nerviosa.

Los comentaristas argelinos se alzan desde hace varios días para denunciar a Patrice Motsepe, presidente de la CAF, a Fouzi Lekjâa, presidente de la FRMF, así como a los miembros del comité ejecutivo del organismo continental y a África en su conjunto. Quienes no estén familiarizados con estas justas verbales pensarían que las citadas personalidades han cometido algo gravísima, como por ejemplo conspirar contra la seguridad del Estado argelino.

Su único error es haber decidido que la Copa Africana de Naciones se celebrará durante el invierno (21 de diciembre de 2025 – 18 de enero de 2026). Independientemente de las razones o motivaciones detrás de esta decisión, todos se comprometieron en connivencia con el majzeneste espantapájaros mitológico querido por los periodistas argelinos, a posponer el torneo, porque el Reino “no está listo” y “no tiene la infraestructura necesaria” organizar una competición de este tipo.

Según los expertos de las televisiones, la CAN debería celebrarse durante el verano de 2025, pero los miembros del comité CAF, probablemente con las patas engrasadas, querían perdonarle la vida a Marruecos, que acusa “retrasos insuperables” en la renovación de estadios. Por tanto, el vecino del este no merece organizar esta edición y es Argelia, “superpotencia regional” y «paga continente», a quien debería recaer este honor. En resumen, estos son los elementos del lenguaje que fueron susurrados a los dóciles oídos de estos títeres.

Cuando el tonto habla, el sabio escucha. Pero cuando éste habla, el bufón debe permanecer en silencio. En primer lugar, fue Marruecos quien propuso e insistió en que el torneo se jugara durante el período estival, para no penalizar a los profesionales africanos que juegan en Europa, cuyos clubes se resisten a liberarlos a mitad de temporada. Muchos han perdido su estatus de titulares por desafiar la prohibición de sus empleadores.

En segundo lugar, la Copa Africana de Naciones siempre se ha celebrado en invierno por consideraciones climáticas en los países subsaharianos. Una de las raras ocasiones en que se desvió esta regla fue en 2019 en Egipto, que se ofreció como anfitrión para albergar a la élite africana en lugar de Camerún, cuyos nuevos estadios no se entregaron a tiempo.

En tercer lugar, era casi imposible programar la próxima CAN para el verano de 2025 porque coincide con la primera edición del Mundial de Clubes de 32 equipos (15 de junio – 13 de julio de 2025). La FIFA está tan interesada en esta competición que su presidente, Gianni Infantino, viajó personalmente a Rabat en abril en una visita no programada. El objetivo era llegar a un compromiso con Motsepe y Lekjaa sobre los ajustes del calendario. En cuanto al estribillo de la supuesta falta de preparación del Reino, basta recordar que el país organizó, con poca antelación, las asambleas generales del Banco Mundial y del FMI, cuando acababa de ser golpeado por el trágico terremoto de ‘El- Hauz. Más de 12.000 personas, incluidas muchas personalidades internacionales de alto rango, vivieron momentos inolvidables en Marrakech, que ilustraron la resiliencia y el espíritu de desafío que animan a toda una nación.

Si las afirmaciones de los medios argelinos tienen sólo una pizca de verdad, tendrán que responder a la siguiente pregunta: ¿Por qué la CAF eligió una vez más a Marruecos como sede de la CAN femenina durante el verano de 2025 (del 5 al 26 de julio)? Si la CAF tiene la más mínima duda sobre las capacidades del Reino, ¿por qué le concede este honor por segunda vez consecutiva?

La respuesta es sencilla: la última CAN femenina en Marruecos (2022) fue un éxito total, tanto a nivel deportivo como popular, y un gran escaparate para promocionar los avances del fútbol femenino en el continente.

Después de este recordatorio de los hechos, lejos de ser exhaustivo pero necesario, llegamos al meollo del tema. ¿Qué impulsa realmente a los medios argelinos y a sus clientes? Primera explicación: la humillante derrota de Argelia en la votación para la atribución de la organización de CAN-2025. El país del general Said Chengriha sufrió un nuevo revés histórico contra el enemigo jurado, que remueve el cuchillo en la herida de ciertos recuerdos dolorosos aún enterrados.

Los análisis plantean otra hipótesis. El régimen argelino intenta impedir que sus ciudadanos viajen al Reino si cumplen los requisitos, para no descubrir con sus propios ojos el espectacular desarrollo que está experimentando el país vecino en todos los ámbitos.

El opositor y periodista argelino Walid Kébir va en la misma dirección en declaraciones a Barlamane.com. Él ve en este estallido mediático “preparación psicológica” del pueblo a aceptar el boicot de este plazo de una forma u otra, “ya sea por pérdida o por pérdida voluntaria de partidos de playoffs”.

“El movimiento numeroso de partidarios argelinos, en particular de expatriados, permitirá tomar conciencia de la situación real en Marruecos, que el régimen intenta ocultar mediante una campaña mediática fallida destinada a empañar la imagen del Reino”el explica.

En un mundo globalizado, es imposible ocultar la verdad para siempre. Todo acaba por saberse, un día u otro. Los nacionales argelinos no necesitan visado para entrar en Marruecos y, a partir de ahora, podemos imaginar el entusiasmo que habrá en torno a la Verdurassi se les permite calificar.

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