Testimonio
Artículo reservado para suscriptores.
La sobriedad no se trata sólo de dejar el alcohol. Para “Libé”, con motivo del “enero seco”, hablan de los motivos que les llevaron a dejar de beber. En nuestro primer episodio, Charlie habla de cómo se dio cuenta de que bebía en exceso.
Para no perderte ningún testimonio o historia, suscríbete a nuestro nuevo boletín “Viviendo”.
Guarde vino, cerveza o licores en el armario después de una fiesta de borrachera. También este año, más de una cuarta parte de los franceses prevén seguir la caída “Enero seco” o mes sin alcohol, según una encuesta de Ifop, por motivos de salud. Lanzada hace una docena de años en el Reino Unido, la iniciativa, impulsada por las autoridades sanitarias, permite cuestionar nuestra relación con el (sobre)consumo de bebidas alcohólicas. Y se ancla en las cabezas. Pero para otros, a veces en situación de dependencia, la sobriedad se ha convertido en una forma de vida salvadora. En este episodio, Charlie, de 38 años, consultor en Normandía, dejó de beber alcohol hace un año y medio.
“Antes del primer encierro, mi estilo de vida era similar al de mucha gente. Durante la semana evito beber, o alguna copita de vino de vez en cuando, en ocasiones especiales. El fin de semana en cambio me dejo llevar por el ambiente así que bebo bastante. Me doy cuenta de que mi consumo es un poco superior a lo que me gustaría y cae en picado durante el primer confinamiento. Solo queda eso de hacerlo yo tomo
Francia
Ciclismo