El pasado mes de marzo informamos que un hombre había presentado una denuncia contra un museo que reservaba una sala de su exposición exclusivamente para mujeres, denominada “Ladies Lounge” (“salón de mujeres” en francés). Desde entonces, el hombre ganó su caso ante el tribunal, que calificó de discriminatorio que parte de la exposición fuera inaccesible para los hombres y ordenó al museo que dejara de negar la entrada a “personas que no se identifican como mujeres”.
Pero el Museo de Arte Antiguo y Nuevo (MONA) de Australia, conocido por sus obras de arte que siempre suscitan polémica, no iba a dejarlo pasar. Kirsha Kaechele, la artista detrás de la exposición y esposa del propietario del museo, apeló la decisión del tribunal; afirmó que negar a los hombres el acceso a la habitación en cuestión era parte del art. Al crear un salón exclusivo para mujeres, quería brindarles a los hombres una idea de cómo las mujeres han sido discriminadas en la historia de Australia.
Juego de manos
Mientras tanto, MONA decidió dar un paso inusual: trasladó parte de la exposición a los baños de mujeres. “Pensé que algunos de los baños del museo necesitaban una actualización… Un poco de cubismo en los baños. Así que trasladé a los Picasso”, escribió Kirsha Kaechele en un correo electrónico compartido por un portavoz. El lunes subió un vídeo con imágenes de las obras reubicadas:
Kirsha Kaechele señala que la existencia misma de baños de mujeres es nueva para el museo: “Nunca antes habíamos tenido baños de mujeres en MONA, todos eran unisex. Pero el Ladies Lounge tuvo que cerrar tras una demanda presentada por un hombre. Y no sabía qué hacer con todos estos Picassos…”
En una entrevista publicada en el sitio web de MONA, el artista analiza…
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