Si bien Corea del Sur está experimentando una gran auge económico en los años 1980, también obtuvo el título de organizador de los Juegos Olímpicos de 1988. Para satisfacer estas nuevas necesidades, se iniciaron multitud de edificios, siendo uno de estos proyectos los grandes almacenes Sampoong. Sin embargo, debido a las diversas prohibiciones vigentes en Seúl que impiden a las empresas extranjeras firmar contratos en la ciudad, estos enormes proyectos recaen en manos de un puñado de empresas surcoreanas. Abrumadas por los imperativos, estas empresas deciden acelerar el ritmo, sea cual sea el precio.
Se modifican los planos iniciales del arquitecto
Sobre los planos de un complejo residencial de 4 pisos cuya construcción iba a ser dirigida por Woosung Construction, Lee Joon, futuro director del Grupo Sampoong, modificó sumariamente los planos para transformarlo en un enorme centro comercial de 5 pisos. Estos cambios realizados apresuradamente empujaron a Woosung Construction a levantarse contra su empleador, citando posibles problemas de infraestructura. Ante esto, Lee Joon responde con una ola de despidos, imponiendo a Sampoong como el nuevo constructor del proyecto.
Comenzando la construcción del edificio en 1987 para una apertura en 1989, se reevaluaron las dimensiones de los pilares de 80 centímetros a 60 centímetros de diámetro y también se amplió la distancia entre ellos para ganar superficie útil. Peor aún, el sistema de aire acondicionado se instaló en el último momento en el tejado sin tener en cuenta su peso de varias decenas de toneladas.
Negativa a evacuar el edificio tras un primer incidente
En abril de 1995, aparecieron enormes grietas en el edificio y los empleados informaron de náuseas provocadas por el constante temblor que se sentía en los pisos superiores. Pese a ello, la dirección se niega a evacuar el lugar, alegando las terribles pérdidas económicas que podría sufrir este complejo que acoge a 40.000 personas al día. En junio del mismo año, mientras el agua del sistema de aire acondicionado se infiltraba en el quinto piso, la dirección se negó aún a evacuar el edificio y prefirió cerrar el piso en cuestión. Alrededor de las seis de la tarde se escuchó un fuerte crujido. El sistema de aire acondicionado desciende al quinto piso y luego pasa por el resto de los pisos inferiores con gran estrépito. En unos segundos, todos los pilares, demasiado frágiles para soportar eficazmente el peso del edificio, se derrumbaron. 502 personas perdieron la vida y más de 1.000 resultaron heridas y quedaron atrapadas entre los escombros. Los daños fueron tales que los servicios de emergencia no pudieron encontrar a los últimos supervivientes hasta 20 días después.
10 años de prisión para el director
Lee Joon fue declarado culpable de negligencia criminal en diciembre del mismo año y recibió 10 años y medio de prisión. Los daños materiales ascendieron a 216 millones de dólares y las familias de las víctimas lograron obtener una indemnización por un total de 300 millones de dólares. Durante su juicio, Lee Joon causó controversia por última vez al indicar que estaba más preocupado por el impacto financiero de la tragedia en su empresa que por el destino de las víctimas. Al final, los diversos juicios vencieron a Sampoong, que se disolvió poco después de los hechos.
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