Jean-Marie Le Pen, fallecido el 7 de enero, deja un rico patrimonio inmobiliario, entre ellos la famosa mansión Montretout, estimada en varios millones de euros y considerada para la venta. Su familia también vendió una propiedad en Rueil-Malmaison en 2023.
Sus vecinos eran Mylène Farmer y Jean Dujardin. Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional, falleció el 7 de enero a la edad de 96 años. Dejó un importante patrimonio, entre ellos la mansión Montretout, situada en Saint-Cloud (Altos del Sena). Esta residencia de 633 m2, rodeada de 4.676 m2 de terreno, fue heredada en los años 1970 de Hubert Lambert, un industrial cercano a sus ideas.
Desde hace varios meses, la familia Le Pen se plantea vender esta emblemática propiedad, según Cfnews Immo. Marine Le Pen, propietaria del 12,5% de la residencia a través de la sociedad inmobiliaria “Pavillon de l’Écuyer”, declaró esta participación en su patrimonio en 2022 durante la campaña electoral presidencial. Un intento de venta fue iniciado por Jean-Marie Le Pen, que había iniciado conversaciones con un inversor libanés, sin que se hubiera llegado a un acuerdo, según Le Figaro.
La mansión Montretout, un patrimonio en el centro de las negociaciones
En diciembre de 2024 se cancelaron las valoraciones inmobiliarias previstas con agencias especializadas, posiblemente debido al empeoramiento del estado de salud de Jean-Marie Le Pen. La mansión, valorada hoy por los expertos en unos diez millones de euros, ya se había puesto a la venta en 2006 por un importe de 6,45 millones de euros, pero no había encontrado comprador. A pesar de su pasado histórico y simbólico, la propiedad sigue sin venderse por el momento, quedando su futuro en manos de sus herederos.
En noviembre de 2023, la familia Le Pen vendió otra propiedad, situada en Rueil-Malmaison, por 2,5 millones de euros. La casa, apodada “La Bonbonnière”, fue adquirida en 2012 por 720.000 euros. Fue compartido entre Jean-Marie Le Pen y sus hijas, permitiendo a cada uno recibir una parte del valor añadido obtenido durante la venta.
Estas transacciones inmobiliarias demuestran una reestructuración de los activos dentro de la familia Le Pen. Aunque la mansión Montretout aún no se ha vendido, sigue siendo una pieza importante del patrimonio familiar, tanto a nivel material como simbólico.