Reseña de la película: Ad Vitam (2025, Netflix)

Reseña de la película: Ad Vitam (2025, Netflix)
Reseña de la película: Ad Vitam (2025, Netflix)
-

Ad Vitam // Por Rodolphe Lauga. Con Guillaume Canet, Nassim Lyes y Stéphane Caillard.

El cine de acción francés atraviesa un momento delicado y ver a Netflix invertir en este género con una producción como A la vida despertó verdadera curiosidad. Sin embargo, a pesar de una sinopsis intrigante y de un reparto talentoso, la película de Rodolphe Lauga no cumple sus promesas. La idea inicial tenía algo que cautivar: Franck Lazareff, interpretado por Guillaume Canet, sobrevive a un intento de asesinato y se embarca en una búsqueda desesperada para encontrar a su esposa secuestrada, Léonore. Este punto de partida podría haber sido la base de un intenso thriller, entre acción y conspiración estatal.

Tras escapar de un intento de asesinato, Franck Lazarev debe encontrar a su esposa Leo secuestrada por un misterioso grupo de hombres armados. Está atrapado en su pasado y sumergido en un asunto de Estado que escapa a su control.

Lamentablemente, el escenario sigue atrapado en una estructura clásica y predecible, con giros esperados y una narrativa carente de ritmo. Gran parte de la historia se cuenta a través de flashbacks, lo que ralentiza significativamente la progresión de la trama principal. Nos cuesta sentir la urgencia o el peligro que, sin embargo, debería mantenernos en vilo. Sólo en la última media hora la película cobra algo de impulso, pero ya es demasiado tarde para compensar el aburrimiento acumulado. Guillaume Canet es un actor cuyo talento ya no necesita ser demostrado, pero su interpretación aquí es desconcertante. Su personaje, Franck Lazareff, parece constantemente atrapado en una expresión de cansancio, una elección que finalmente sofoca toda complejidad emocional.

Después de una actuación poco convincente en Ácido En 2023, Canet continúa aquí una trayectoria en la que su obra carece de compromiso, lo que dificulta que el espectador se apegue o simpatice con su difícil situación. Uno de los mayores arrepentimientosA la vida reside en el trato reservado a Nassim Lyes, un actor que ha demostrado su inmenso potencial en el cine de acción, en particular con Farang. Allí, su carisma y destreza física se utilizaron brillantemente para ofrecer una actuación memorable. Aquí, la película reduce su papel a una caricatura. Parece que se ha insertado una escena de boxeo solo porque Lyes ha tenido un impacto en roles similares en el pasado.

Esta repetición da la impresión de que no sabemos qué hacer con un actor que es capaz de mucho más. En una película en la que podría haber brillado como héroe principal, Lyes se encuentra confinado a un personaje accesorio, mal explotado y sin relieve. Es tanto más frustrante cuanto que su presencia física y su energía podrían haber infundido un dinamismo del que la película carece. En Bajo el Senaotra película de acción reciente, su papel de hombre fuerte estaba mucho mejor pensado, lo que demuestra que Lyes puede ser una verdadera fuerza narrativa cuando se le dan los medios para expresarse. A nivel visual, A la vida Ofrece algunas secuencias de acción bien coreografiadas, pero nada lo suficientemente sorprendente como para compensar las debilidades de la historia.

La fotografía y la puesta en escena siguen siendo convencionales, sin sorprender ni salirse de lo común. Rodolphe Lauga ofrece una producción correcta, pero sin personalidad. Esta falta de singularidad es particularmente evidente en un género donde la innovación y la tensión son esenciales. Es difícil no comparar A la vida a franquicias de acción internacional como Tomadoa lo que la película parece aspirar. Sin embargo, surge como una versión aguada, menos ambiciosa y carente del dominio técnico o narrativo que caracteriza a estas obras. Con una duración de 95 minutos, la película parece más un episodio piloto de una serie de televisión que un verdadero largometraje, ya que parece carecer de sustancia.

No hay que tirar todo A la vida. Algunas escenas de acción, aunque aisladas, logran brindar un breve entretenimiento. Estos momentos son recordatorios de lo que podría haber sido la película si hubiera adoptado plenamente su identidad de thriller de acción. Asimismo, a pesar de las limitaciones de la trama, se podrían haber explorado más algunas ideas sobre cómo afrontar el pasado o las cuestiones emocionales vinculadas a la pérdida para darle más profundidad a la historia. Al final del día, A la vida Es una oportunidad perdida para el cine de acción francés. El potencial estaba ahí, con un reparto sólido, un concepto intrigante y una plataforma como Netflix para garantizar una gran audiencia.

Sin embargo, las elecciones de guiones perezosas, la explotación torpe de talentos como Nassim Lyes y la producción mediocre dejan la impresión de asuntos pendientes. Si algo demuestra esta película es que todavía hay público para el cine de acción francés, pero para cautivar y dejar huella serán necesarios proyectos más atrevidos y mejor construidos. Esperemos que futuras producciones aprendan de los errores deA la vida ofrecer obras que restauren las cartas de nobleza del género.

Nota: 3/10. En breve, Si algo demuestra esta película es que todavía hay público para el cine de acción francés, pero para cautivar y dejar huella serán necesarios proyectos más atrevidos y mejor construidos.

Lanzado el 10 de enero de 2025 directamente en Netflix

-

PREV el crítico Jean-Marc Lalanne rebobina sus primeras sesiones
NEXT La película de Artus, “Un p’tit truc en plus”, llega a las salas del CinéMazarin de Nevers