Los vemos como en un pequeño salón, idealmente situado al borde de las canchas, con televisión y aire acondicionado. ¿Como en un espectáculo? Todavía no. No están sentados en sillones y no se les proporciona bebidas frías: los entrenadores están allí para trabajar durante los partidos y las pantallas les proporcionan en directo algunos datos o estadísticas potencialmente útiles en función del desarrollo del partido de su protegido. En el momento de los entrenamientos autorizados, el Open de Australia ha inaugurado estas nuevas instalaciones premium en las tres pistas principales, con cuatro plazas reservadas para el personal técnico inmerso si así lo desea en el corazón de la arena, listo para hablar en cuanto el jugador se acerque a secarse con la toalla.
