yoHorizonte 2030 marca un hito crucial para Marruecos, la culminación de ambiciosas estrategias nacionales en términos de energía y desarrollo sostenible. La organización de eventos deportivos de gran escala, como la Copa Africana de Naciones (CAN) de 2025 y el Mundial de 2030, desempeña un papel catalizador a la hora de acelerar proyectos vinculados a las energías renovables, la economía circular y la gestión de los recursos naturales. Estos eventos no son sólo competencias deportivas, sino también oportunidades estratégicas para el desarrollo y la equidad territorial de largo plazo.
Consciente del impacto de estos acontecimientos, Marruecos trabaja desde hace más de dos décadas para adaptar estas infraestructuras a los estándares internacionales. De hecho, los grandes proyectos lanzados en el sector energético avanzan a lo largo de los años y los resultados son convincentes. En cuanto al despliegue de energías renovables, actualmente ya está operativa una capacidad instalada total de más de 5,3 GW (en torno al 44,3% de la capacidad instalada total), y una capacidad adicional de alrededor deDentro del Plan Nacional de Equipamiento Eléctrico se prevén 7,5 GW de energía renovable.
La probabilidad de superar el objetivo inicial del 52% de cuota de energías renovables en la capacidad eléctrica instalada antes de 2030 es alta, según el Ministerio de Transición Energética y Desarrollo Sostenible. Se han identificado alrededor de 80 medidas de eficiencia energética, que abarcan los sectores del transporte, la construcción, la industria, el alumbrado público y la agricultura. Su implementación permitiría una reducción del consumo energético de alrededor del 20% para 2030.
Además, la estrategia de interconexión eléctrica con Europa y África Occidental, así como el proyecto del gasoducto Nigeria-Marruecos, refuerzan el papel de Marruecos como actor clave en la integración regional. Estos esfuerzos apuntan a responder a la mayor demanda energética, al tiempo que reducen la huella de carbono vinculada no solo a los proyectos de infraestructura en marcha en el país, sino también a los picos de consumo durante y después de estos eventos deportivos. “En Marruecos siempre hemos sabido responder a picos de consumo históricos. Tenemos una gestión cuidadosa de la red eléctrica y todas las partes interesadas están trabajando en una planificación óptima de la infraestructura energética. declara Leila Benali, ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible. Para los próximos cinco años, se hará hincapié, entre otras cosas, en aumentar la inversión anual de 15,1 mil millones de dírhams en energías renovables y en la implementación de redes eléctricas inteligentes (smart grids) que permitan una gestión más eficiente. producción y distribución eficiente de electricidad.
“Tan pronto como se anunciaron estos eventos, pusimos en marcha programas en colaboración con otros ministerios, que estamos revisando de manera ágil y escalable para apoyar todos estos proyectos, para que también haya una dimensión de equidad territorial. Porque no se trata sólo de desarrollar proyectos en torno a las seis ciudades que acogerán el Mundial, por ejemplo, sino de impulsar una verdadera dinámica de desarrollo a nivel territorial. Esperamos desarrollo por el efecto contagio positivo de estos acontecimientos, y el impulso económico y social que darán en todo el territorio”, añade.
Al mismo tiempo, varias ciudades anfitrionas están mejorando sus sistemas energéticos para satisfacer las necesidades de los estadios y las instalaciones circundantes. La construcción de infraestructuras “verdes” se inscribe en una lógica de economía circular, integrando el reciclaje de materiales y la gestión responsable de los recursos. Por ejemplo, ciertos estadios están diseñados para capturar y reutilizar el agua de lluvia, abasteciendo a sus iluminación con energía solar y minimizar el consumo de agua.
Gestión del agua y economía circular
Frente a la crisis del agua, pero también para una mejor gestión de los recursos, dada la afluencia masiva de visitantes prevista, Marruecos está aplicando soluciones ambiciosas: grandes presas, desalinización del agua de mar y reutilización de las aguas residuales tratadas. Con estaciones como las de Jorf Lasfar y Dakhla, la capacidad de producción anual de agua desalada alcanzará los 1.500 millones de m³ en 2030. Estas infraestructuras satisfacen no sólo las necesidades de las competiciones deportivas, sino también las demandas diarias de las poblaciones. local. “Invertimos en tecnologías innovadoras para garantizar una gestión sostenible del agua. Cada estación desaladora integra sistemas de alta eficiencia energética para minimizar su impacto ambiental”, explica Leïla Benali. En materia de gestión de residuos, Marruecos se basa en los principios de las 4R (Reducir, Reutilizar Reciclar, Recuperar).
El gobierno, con el apoyo de organizaciones como la Coalición para la Recuperación de Residuos (Covad), pretende reciclar el 65% de los residuos producidos a nivel nacional para 2030. Este programa, además de reducir los vertederos, contribuye a la creación de miles de empleos verdes. al tiempo que se promueve el surgimiento de una industria local especializada en el tratamiento de residuos. A principios de año, el ministro Benali anunció un presupuesto de 6.000 millones de dírhams para una gestión eficaz de los residuos en las seis ciudades que acogerán el Mundial de 2030. Los vertederos de las ciudades anfitrionas se beneficiarán de un presupuesto de 330 millones de dírhams para proyectos destinados a reducir los efectos negativos de los residuos domésticos en el medio ambiente. Las asociaciones público-privadas han permitido el establecimiento de sistemas de clasificación y reciclaje selectivos.centrales energéticas, especialmente en Tánger y Agadir. Además, los hoteles están adoptando tecnologías que reducen su impacto ambiental, como los sistemas de reciclaje de aguas grises.
Un imán para los inversores extranjeros
Estos eventos deportivos refuerzan la visibilidad de Marruecos en la escena internacional como destino de inversiones en energías limpias y economía circular. Francia, por ejemplo, se ha comprometido a financiar un cable eléctrico que unirá Casablanca con Dajla y la línea de alta velocidad Kenitra-Marrakech. Mientras tanto, empresas chinas como Gotion High-Tech planean establecer fábricas de baterías eléctricas, fortaleciendo la base industrial energética del país. Estas asociaciones internacionales, combinadas con políticas energéticas de vanguardia, consolidan el posicionamiento de Marruecos como modelo de sostenibilidad e innovación. Garantizan tanto el éxito de los eventos deportivos como el surgimiento de una economía verde y resiliente, en beneficio de las generaciones futuras.