Este empate duele mucho. Y nosotros, lamentablemente, somos expertos en X, sabemos reconocer su peso. En Bérgamo vimos probablemente a la mejor Juventus de la temporada en un campo muy complicado pero una vez más falta la cita con la victoria, cita que falta desde hace dos meses. Antes de emitir juicios, debemos aprender a mirar una realidad de la que les vengo hablando desde hace meses (evidentemente sin ser escuchado), el proyecto es este: equipo joven, salarios más bajos, intuiciones de mercado, reconstrucción en un plazo de tres años proyecto. Catorce puntos perdidos en una situación de ventaja dicen mucho de un equipo aún inexperto y poco entrenado y que todavía tiene que comer mucha pasta seca. De los muchos puntos desperdiciados este año, estos son los que más duelen y dejan el mayor sabor amargo en la boca, porque podría suceder empatar en Bérgamo contra un Atalanta que lucha por el Scudetto, es el camino recorrido hasta Ahora eso trae amargura.
Esta no es la tarde para buscar culpables, faltas y amarguras, es la tarde para disfrutar de los pasos adelante que se han dado, de los signos importantes que suscitan la esperanza. Esta es la noche en la que se puede esperar un cambio de ritmo al menos en la seguridad, en la autoestima, porque ofrecer una prueba de esta coherencia en un terreno tan difícil sólo puede dar señales positivas que hay que recoger y proteger. Sin embargo, sólo podremos entender esta noche si vencemos al Milan el sábado y al menos lo intentamos en el último partido de enero en Nápoles; de lo contrario, también este será un empate como todos los demás. Afortunadamente, está a punto de llegar una gran mano del mercado, Giuntoli intentará darle nuevas y importantes flechas a Motta pero aquí también todo tendrá sentido si el ex entrenador del Bolonia sabe aprovecharlas. Este es el momento de construir valores y no perder los que están, está bien posicionarse como líder, pero también hay que construirlos en el vestuario y en el campo porque es durante los partidos cuando hay guerra. Se hace y se gana la guerra con los líderes en el campo y esta Juve no los tiene en este momento.
La consigna debe seguir siendo la paciencia: quien la tenga sabrá esperar el crecimiento de la Juventus y disfrutar plenamente de los éxitos que vendrán; aquellos que no lo tienen están destinados a pasar de un juicio apresurado a otro, continuando guerras de principios que no conducen a ninguna parte. Esta noche elijo estar del lado de Motta, Giuntoli y la Juve que emergerán muy pronto, ahora más que nunca.
Senegal