El ataque tuvo como objetivo la fábrica situada en la localidad de Seltso, cerca de Bryansk, capital de la región del mismo nombre, indicó el ejército en un comunicado.
“Los drones distrajeron con éxito las defensas aéreas rusas, allanando el camino para que los misiles alcanzaran los objetivos principales”, después de lo cual una nueva ola de drones atacó la infraestructura alrededor del sitio, dijo el ejército.
El ejército ucraniano no especificó qué misiles se habían utilizado, pero el Ministerio de Defensa ruso lo acusó de haber disparado misiles de largo alcance fabricados en Occidente, citando los ATACMS estadounidenses y los Storm Shadows británicos. Moscú afirmó que estos misiles habían sido derribados y prometió que esto “no quedará sin respuesta”.