La historia del jazz y la historia del cine se encuentran. París y el jazz son una historia de amor, encarnada magistralmente por Jeanne Moreau y la música de Miles Davis en Ascenseur pour l’échafaud, de Louis Malle, en 1958. El jazz americano también encuentra un lugar especial en Rendez -tú en julio, de Jacques Becker en 1949, o en Eva, de Joseph Losey, con música de Billie Holliday, en 1962. El encuentro entre la new wave y el jazz, sin embargo, es no siempre es obvio. Truffaut, Godard, Rohmer, Chabrol no son muy conocedores ni aficionados a este género musical. Sin embargo, la nueva ola y su relación con la libertad, con el cuerpo, con la improvisación tiene mucho que ver con el jazz. El profesor-investigador Gilles Mouëllic cuenta esta historia en su libro Jazz y cine, publicado en 2000. Una entrevista de Charline Caron, de la Maison du Jazz de Lieja, y una retransmisión del Ciné-récit de Jean-Louis Dupont.
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