Ciudad de México – A punto de asegurar una tercera victoria consecutiva en la Premier League, confirmando un punto de inflexión en la suerte del Manchester City, el equipo de Pep Guardiola dejó escapar la victoria en el minuto 92, enfrentando la dura realidad de su temporada cuando la intervención de Ortega no logró detener a Norgaard. Potente cabezazo, que eclipsó el doblete de Foden.
Alejado de la zona de descenso y sin aspiraciones europeas, el Brentford jugó con soltura en sus partidos. Sin miedo ante ningún rival, utilizaron un fútbol directo que generaba peligro en tres toques para los que no cuidaban sus espaldas. Capaces de igualar a pesar de estar perdiendo por dos goles en diez minutos, estuvieron a punto de remontar con un disparo de Mbeumo, detenido por Aké justo al final del tiempo añadido.
Brentford, recientemente eliminado de la Copa FA por el colista de la Segunda División inglesa, pasó por varias fases durante el partido. Estuvieron momentáneamente confinados a un patrón defensivo de 6-4 cuando el City presionó, pero nunca abandonaron el peligro que representaba el dúo Mbeumo-Wissa.
Hubo momentos en que Brentford se consoló al probar a Stefan Ortega, quien realizó una parada rasa para bloquear un disparo con la zurda de Mbeumo después de su carrera explosiva. El conjunto londinense mostró serenidad, con las ideas claras, sólo se trastocó cuando De Bruyne encontró espacios para crear peligro. Lo hizo por la izquierda con un centro que supuso la primera aparición de Haaland, que cabeceó al palo por el segundo palo.
Las cosas se pusieron tensas para el equipo local en la reanudación después de que estuvieron cerca de tomar la delantera con un tiro libre lateral de Jensen que Collins cabeceó. El susto desencadenó una reacción de intensidad nunca vista en el City últimamente. Savinho, haciendo gala de elegancia en su carrera, pegó al palo con un zurdazo mortal. De Bruyne también estuvo a punto de marcar.
El partido se convirtió en un intercambio de golpes. Mientras Mbeumo desperdiciaba ocasiones, Haaland hacía lo mismo con un cabezazo centrado. Si Ortega detuvo el intento de Janelt, Haaland se vio frustrado por el individualismo de Savinho, que pegó al costado de la red mientras dos compañeros desmarcados estaban listos para marcar. Y en este intercambio de goles, después de que a Damsgaard le anularan un gol por fuera de juego, Foden decidió el resultado con delicadeza. Con un delicado toque interior, posicionando magníficamente su cuerpo, pegó al palo con un zurdazo dirigido al centro desde el costado derecho de De Bruyne.
Era el minuto 66 y el City se lo merecía por su perseverancia. Duplicaron su ventaja tras la crucial intervención de Aké justo cuando el estadio celebraba el empate. Debajo del travesaño salvó el disparo de Wissa que estaba superando a Ortega. Una vez más, Savinho, con velocidad, expuso a Roerslev, disparó a portería y Foden aprovechó el rebote enviado a la red tras una parada del portero.
Faltando doce minutos para el final y dos goles de ventaja, parecía que el partido estaba decidido. Así debieron sentirse los jugadores de Guardiola cuando asumieron sus tareas defensivas. El primer gol del Brentford lo ilustró, cuando Bernardo Silva perdió de vista el balón detrás de él, ampliado por una floja marcación de Aké sobre Wissa, que anotó con facilidad.
El partido resucitó y los momentos finales fueron completamente impredecibles, cuando el City podría haber marcado un tercer gol con su oponente comprometido hacia adelante. De Bruyne y Savinho desaprovecharon ocasiones, McAtee rozó el poste y, en el minuto 92, un centro con la zurda de Lewis-Potter desde la derecha proporcionó un balón perfecto para el potente cabezazo de Norgaard tras un salto impresionante. La estirada de Ortega, que apenas tocó el balón, no pudo impedir que los de Guardiola volvieran sobre sus pasos.
