Se conocen las causas de la muerte del niño de tres años encontrado muerto en una tumba en el pueblo de Koussan, en el departamento de Goudiry. La investigación desembocó en una confesión escalofriante: el padrastro del pequeño confesó haber cometido el crimen.
Según Libération, que relata los hechos, los gendarmes de Bakel, responsables de la investigación, detuvieron al suegro de la víctima como principal sospechoso. Detenido bajo custodia policial, este último acabó confesando haber estrangulado al niño antes de arrojar su cuerpo a un foso.
Consultado sobre sus motivaciones, el presunto asesino mencionó un conflicto personal con su esposa. Según sus declaraciones recogidas por el periódico, actuó por venganza, acusando a su esposa de haberle ocultado que ya estaba embarazada del niño, tras una violación, cuando se casó con ella.
Recordemos que el sábado 4 de enero se descubrió el cuerpo sin vida de un niño de tres años en una fosa séptica ubicada dentro de la escuela primaria de Koussan. Según información proporcionada por sus padres, el pequeño había desaparecido ese mismo día, alrededor de las 5 de la tarde.
La investigación está en curso.
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