En Valonia, entre 2017 y 2024, el coche pierde terreno: su cuota de desplazamiento cae del 83% al 71,4%. Mientras tanto, caminar y andar en bicicleta experimentaron un ligero avance, pasando del 4,1% al 5,8%. Una emoción que bien podría anunciar una tendencia más fuerte por venir.
En Valonia, entre 2017 y 2024, el coche pierde terreno: su cuota de desplazamiento cae del 83% al 71,4%. © Imágenes Belga
Reducir la contaminación atmosférica, acústica y visual reduciendo los viajes en coche. Este es el objetivo de la Región Valona, que quiere reducir el porcentaje de viajes en coche al 60% de aquí a 2030, con un objetivo del 15% para el tren. Una misión demasiado ambiciosa según el Plan Aire, Clima y Energía (PACE). De hecho, los belgas están muy apegados a sus coches y no les gusta mucho compartirlos.
El coche de gasolina, estrella del parque automovilístico
De hecho, en 2023 el parque automovilístico valón superará los 1,8 millones de coches particulares. Y los coches de gasolina siguen dominando las carreteras, ya que sólo el 1,1% de los coches valones son eléctricos. En cuanto a los coches de gasolina, lamentablemente representan más del 58% del tráfico de automóviles valonos. En cuanto a la seguridad, los resultados no son gloriosos. En 2023, se registraron 225 muertes en las carreteras valonas. La Región quiere pasar a 100 anuales para 2030 y a 0 para 2050.
Mercancías: una y otra vez en el camino
Al mismo tiempo, el panorama mejora: el uso del transporte público (autobús, tranvía, metro) se ha duplicado en seis años. Pasa así del 4% al 8,7% en 7 años. El próximo objetivo es alcanzar el 10% en 2030.
Por último, el transporte por carretera se mantiene estable. A pesar de todo, la Región quiere aumentar el porcentaje de mercancías transportadas por ferrocarril y reducir el porcentaje de mercancías transportadas por carretera del 91% actual al 70% dentro de cinco años.
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