Prolongado durante varios meses por la gran acogida del público, “Jean Hugo, la mirada mágica – Su vida en Lunel de 1920 a 1984” sigue visible hasta este sábado 4 de enero inclusive.
La recta final, la última oportunidad, la última vez. En resumen, no vamos a haceros un dibujo –y mucho menos una pintura, no tenemos talento–, pero si queréis admirar la exposición “Jean Hugo, la mirada mágica” en el Museo Louis-Médard museo en Lunel, c ¡Es ahora o nunca!
Inspirado en este paisaje de Lunel que lo rodea.
Dado su enorme éxito, el Ayuntamiento y el equipo de estructura cultural ya lo han prorrogado durante varios meses (debía finalizar en septiembre) sólo para tus ojos.
Las mismas personas que tienen hasta este sábado 4 de enero inclusive para hablar sobre la vida y obra del artista fallecido en 1984 en su masía de Fourques que tanto amaba, situada a las afueras de Lunel. Cuatro décadas de ausencia del bisnieto de Victor Hugo, a quien los empleados del museo Médard quisieron traer ante el visitante para homenajear al pintor, decorador, ilustrador y escritor francés que fue.
Este vínculo inquebrantable con el territorio
Es aquí su período Lunel el que se revela en las diferentes salas y niveles. Jean Hugo pasó allí la mayor parte de su tiempo desde 1920 hasta su muerte. Le gusta caminar todos los días por el campo de los alrededores, por caminos trazados o que imagina, con un cuaderno en la mano.
Cuando no está garabateando con sus diversos y variados bocetos, es en su taller del Mas de Fourques – donde la familia prestó todos los muebles y objetos para una reconstrucción en el primer piso del museo – donde Jean Hugo sale para permitirse su imaginación y talento para operar.
Paisajes, escenas de la tradición camarguesa, vistas lejanas de la ciudad de Pescalune… tantas obras que demuestran el vínculo inquebrantable entre el hombre y el territorio. Una producción tan densa como variada en pintura, escultura, escritura, grabado… ¿Qué más puedo decir? Estás de suerte: ¡solo te queda un día para descubrirlo!
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