Unos días después de la caída del régimen de Bashar Al-Assad, Israel incrementó sus bombardeos contra objetivos militares sirios. Objetivo del Estado hebreo: evitar que el arsenal militar sirio caiga en manos de los rebeldes recién llegados a Damasco.
Después de la caída del régimen de Bashar al-Assad, Israel continuó bombardeando a su vecino. La fuerza aérea israelí ha atacado durante los últimos tres días. Se atacaron no menos de 300 objetivos en todo el territorio sirio. Al principio era una prioridad; se bombardearon arsenales de armas no convencionales, en particular armas químicas.
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Más del 70% de las capacidades militares destruidas
Luego fue la defensa antiaérea la que fue atacada, para que el resto de las operaciones pudieran llevarse a cabo sin incidentes. También fueron destruidas cantidades importantes de tanques y vehículos blindados, depósitos de misiles, piezas de artillería, radares y otros sistemas de vigilancia, así como varios buques de guerra.
Según el portavoz de las FDI, entre el 70 y el 80% de las capacidades del que fue el ejército del régimen de Bashar al-Assad han quedado reducidas a la nada.
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Grave preocupación regional
El objetivo es claro: evitar que el arsenal caiga en manos de grupos islamistas. Una necesidad según los dirigentes israelíes, al igual que la toma de posesión de la zona de amortiguamiento que separa a Israel de Siria en los Altos del Golán.
La presencia de tropas israelíes en este sector, desmilitarizado desde 1974, preocupa a algunos países de la región. Si los Emiratos Árabes Unidos hablan de riesgo de una mayor escalada, por parte israelí insistimos en el carácter temporal y limitado de esta incursión..