Los jefes de las diplomacias rusa, iraní y turca, actores clave en la guerra en Siria, están en “estrecho contacto” para estabilizar la situación ante la ofensiva rebelde, según Moscú, aliado del régimen sirio.
“Los ministros de Asuntos Exteriores de los tres países garantes” del proceso de Astaná, un formato de negociación sobre Siria, “Rusia, Irán y Turquía están en estrecho contacto”, afirmó el miércoles la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, durante su rueda de prensa semanal.
“Esperamos que todos los Estados que tienen influencia en la situación sobre el terreno en Siria la utilicen en aras de restaurar la seguridad y la estabilidad en este país lo antes posible”, dijo.
La agencia rusa Ria Novosti anunció, citando a la embajada iraní en Moscú, que Mohsen Qomi, asesor para asuntos internacionales del líder supremo iraní Ali Khamenei, se encontraba en la capital rusa.
Una coalición de rebeldes dominada por el grupo islamista radical Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua rama siria de Al Qaeda, lanzó el 27 de noviembre una deslumbrante ofensiva en el noroeste de Siria, apoderándose de decenas de localidades y de gran parte de Alepo, segunda ciudad del país, antes de continuar su progresión hacia el sur.
Llegó el martes a las puertas de Hama, la cuarta ciudad del país.
Con el apoyo militar de Rusia, Irán y el movimiento libanés proiraní Hezbolá, el régimen recuperó en 2015 gran parte del país y en 2016 la totalidad de Alepo, cuya parte oriental había sido tomada en 2012 por los rebeldes. .
Un alto el fuego establecido en 2020, patrocinado por Ankara y Moscú, había traído una calma incómoda al noroeste del país.
La guerra civil de Siria, que comenzó en 2011 con la brutal represión de las protestas a favor de la democracia por parte de las fuerzas del presidente Bashar al-Assad, ha dejado alrededor de medio millón de muertos.
Moscú, 4 de diciembre de 2024 (AFP) –
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