El precio del maíz americano cayó el viernes a su nivel más bajo en tres años y medio, torpedeado por dos informes del Departamento de Agricultura (USDA) que indicaban superficies cultivadas y existencias mayores de lo esperado.
Crisis del maíz en Estados Unidos. El contrato de referencia en el mercado de futuros de Chicago, que vencía en julio, cayó a 3,9050 dólares por bushel (unos 25 kg), cayendo casi un 6%, antes de recuperarse ligeramente. La caída se produjo inmediatamente después de las publicaciones del USDA, según las cuales unos 37 millones de hectáreas deberían dedicarse al maíz durante la actual campaña.
Esto supone un 1,6% más que las primeras proyecciones presentadas a finales de marzo por el ministerio, una diferencia significativa para este mercado. De confirmarse estas estimaciones, la superficie dedicada al grano amarillo seguiría siendo inferior (-3,3%) que el año pasado. Buena parte de las tierras reasignadas se destinaron a la soja (+3%).
Además, el USDA estima las existencias de maíz en 126,8 millones de toneladas al 1 de junio, casi un 22% más que el año pasado en la misma época.
“Las cifras fueron superiores a las expectativas” de los operadores, “incluso las más altas”, explicó Dewey Strickler, de Ag Watch Market Advisors, “por lo que sacudieron el mercado”.
Viento de especulación
Estos informes han acentuado aún más la presión que se ejerce sobre los precios del maíz desde hace varias semanas. La cosecha global que promete ser abundante y las condiciones climáticas relativamente suaves han provocado que sople un viento de especulación en este mercado, con fondos apostando a la baja.
En el caso del trigo, el USDA estima la superficie dedicada al cereal reina este año en 19,1 millones de hectáreas. Esto es un 0,5% menos que la primera estimación del ministerio, pero también por debajo de lo que anticipaba el mercado.
Sin embargo, los precios del trigo también han caído, en particular porque las existencias aumentaron un 23% en comparación con 2023, según Dewey Strickler. Para la campaña 2023/24, que finalizó a finales de mayo, las exportaciones estadounidenses de trigo disminuyeron un 5,5% respecto a la temporada anterior. Estados Unidos ha sufrido, en particular, los agresivos aranceles de Rusia.
