Una de las primeras víctimas del debate del jueves entre Joe Biden y Donald Trump es Ucrania.
Salvo que se produzca un cambio milagroso, como que tanto Biden como Kamala Harris se retiren de la carrera presidencial, es Trump quien se convertirá en el próximo presidente de Estados Unidos.
Una nueva presidencia de Trump tendrá implicaciones desastrosas tanto para Ucrania como para Europa.
Durante el debate, Biden advirtió que Vladimir Putin no se detendría en Ucrania y buscaría conquistar las antiguas repúblicas de Europa del Este.
Esta posición es un consenso entre los especialistas en el tema.
El jueves por la noche, Trump volvió a alardear de poder obligar a los gobiernos de Ucrania y Rusia a negociar la paz.
Pero también dejó claro a través de sus silencios y expresiones faciales que quería retirar a Estados Unidos de la OTAN.
1) ¿Cuál es el papel de Estados Unidos en la OTAN?
Estados Unidos y Europa occidental han cooperado militarmente estrechamente desde la Segunda Guerra Mundial. Tras la caída de la URSS, esta cooperación se extendió al resto de Europa, con excepción de unos pocos países, como Rusia. Y, sin embargo, incluso la Rusia de Putin ha considerado unirse a la OTAN. Por supuesto, Estados Unidos es la piedra angular de la OTAN. Sin Estados Unidos, la alianza sería una sombra de lo que era antes. Su colapso llevaría a sus miembros a entrar en dudosas alianzas con Rusia o China.
2) ¿Están los miembros de la OTAN conscientes de la amenaza?
Los miembros de la OTAN son en parte conscientes de esta amenaza. Precisamente para afrontar esta situación, el ex Primer Ministro holandés, Mark Rutte, acaba de ser elegido nuevo Secretario de la OTAN. Rutte tiene una excelente reputación como negociador. Pero, sobre todo, sería respetado por Trump.
3) ¿Qué pasa con el antiamericanismo?
Varios partidos europeos acogen con satisfacción la perspectiva de un debilitamiento de la presencia militar de Estados Unidos en Europa. Los partidos de extrema izquierda, anteriormente completamente subordinados a Moscú, han conservado matices de antiamericanismo primario. Ésta es, por ejemplo, la posición de Jean-Luc Mélenchon y de Francia Insumisa. La derecha radical de Marine Le Pen también se inclina en esta dirección, pero por razones opuestas. Jordan Bardella, el primer ministro esperado de esta ala, admitió públicamente su proximidad ideológica y su simpatía por Trump, al tiempo que aseguró que Francia no abandonará el mando integrado de la OTAN mientras dure la guerra en Ucrania.
4) ¿Podrá Rutte convencer a Trump?
La OTAN, dirigida por Rutte, se encuentra, por tanto, en un período crucial de su existencia. En su lógica mezquina contable, Trump se jactó de haber hecho pagar más dinero a los países miembros de la OTAN. También denunció los 200 mil millones de dólares de ayuda que Washington envió a Ucrania, sin entender que una gran parte de ese dinero regresaba al complejo militar-industrial estadounidense. La misma lógica prevalece con el dinero que Estados Unidos inyecta a la OTAN. ¿Logrará Rutte convencer a Trump de permanecer en la OTAN y gastar tanto como antes? Esto es dudoso, especialmente porque las políticas de Trump ampliarán el déficit estadounidense.
5) ¿Por qué Ucrania corre el riesgo de sufrir un gran debilitamiento?
Retirar a Estados Unidos de la OTAN probablemente conduciría al colapso de la coalición detrás de Ucrania. Y una paz forzada con Rusia sería sólo temporal. Varios líderes europeos, especialmente en Europa occidental, se engañan acerca de sus propias capacidades militares y de las intenciones de Putin.
