Las principales asociaciones energéticas de Alemania están divididas sobre la propuesta de ley de seguridad para las centrales eléctricas, conocida como KWSG (Kraftwerksstandortgesetz). Este proyecto, liderado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Protección del Clima (BMWK), tiene como objetivo presentar licitaciones para una capacidad de 10 GW de centrales eléctricas de gas escalables y listas para usar hidrógeno.
BMWK confirmó el 25 de noviembre que el proyecto se encuentra en las etapas finales de coordinación dentro del gobierno. Sin embargo, su aprobación por el Parlamento sigue siendo incierta, en un contexto de tensiones políticas y elecciones anticipadas. La disolución prevista del Bundestag en febrero de 2025 tras una moción de censura, prevista para el 16 de diciembre, podría comprometer su aprobación.
Zukunft Gas aboga por una rápida adopción
La asociación Zukunft Gas, que representa los intereses del sector del gas y del hidrógeno, pide una rápida adopción del KWSG por parte del Parlamento. Según Timm Kehler, director general de Zukunft Gas, este proyecto es crucial para acelerar la eliminación del carbón y apoyar el desarrollo de energías renovables intermitentes a través de plantas de gas flexibles y controlables.
“La cuestión del futuro del parque de centrales eléctricas debe estar entre las principales prioridades de los primeros 100 días del próximo gobierno”, afirmó Kehler, lamentando la actual inestabilidad política.
BDEW advierte sobre riesgos financieros
La Asociación de Servicios Públicos (BDEW) está preocupada por las condiciones de financiación propuestas, que considera poco atractivas para los inversores privados. Kerstin Andreae, directora general de BDEW, destacó los desafíos de la disponibilidad limitada de hidrógeno y los retrasos tecnológicos, lo que hace que los proyectos sean riesgosos para bancos e inversores.
BDEW abogó por ajustes en el marco regulatorio para garantizar la viabilidad económica de los proyectos. “Los legisladores deben actuar rápidamente para evitar una desaceleración en el desarrollo de una capacidad de producción muy necesaria”, insistió Andreae.
La BEE pide una revisión completa
Por otra parte, la Asociación de Energías Renovables (BEE) rechaza el proyecto en su forma actual. Requiere transformar la KWSG en una ley de seguridad de la flexibilidad, adaptada a las crecientes necesidades de flexibilidad de la red. Para el BEE, el proyecto actual carece de ambición en términos de integración de energías renovables y no responde a las necesidades del mercado.
Bloqueo de la oposición CDU/CSU
El grupo parlamentario CDU/CSU, principal partido de la oposición, ha expresado su oposición a cualquier iniciativa legislativa de la actual coalición. En lugar de apoyar las centrales eléctricas preparadas para el hidrógeno, la CDU/CSU propone seguir explorando tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CAC) para reducir las emisiones de las centrales eléctricas convencionales. El partido también se niega a adelantar la fecha de cierre de las centrales eléctricas de carbón y lignito, actualmente fijada en 2038.
Próximos pasos e incertidumbres políticas
El proyecto de ley se beneficia del acuerdo de principio de la Comisión Europea para cumplir con las normas sobre ayudas estatales. Se espera que el gabinete lo examine a principios de diciembre. Sin embargo, la inestabilidad política y el riesgo de disolución del Parlamento en 2025 podrían retrasar o bloquear su adopción.