“El lujo es espacio” y en las montañas, este dicho es más cierto que nunca. Aparte de algunos chalets (muy) grandes, encontrar un apartamento grande en un complejo turístico catalogado es una misión especialmente delicada. Así que, obviamente, un apartamento de 200 m² con vistas abiertas ubicado en Tignes seguramente despertará el deseo. Sólo que este alojamiento que data de los años 70 ya no ofrece servicios ni decoración actuales para los clientes actuales.
Así, este apartamento atípico situado a 2.100 metros de altitud en el barrio de Lavachet, en la azotea del centro comercial de este barrio, ha sido objeto de una profunda renovación. “Todo este barrio de Lavachet se está renovando con operaciones urbanísticas reales, subraya Charles-Antoine Sialelli, director Alpes de Athena Advisers, la red que comercializa este apartamento. Y este tipo de transformación de apartamentos permitirá llevar a Tignes la calidad de alojamiento más habitual en Val d’Isere.» Mientras que la vecina estación Espace Killy se sitúa desde hace mucho tiempo en el nicho “chic y deportivo”, Tignes atrae en general a una clientela más joven y dinámica, que aprovecha sus infraestructuras disponibles durante todo el año y se preocupa un poco menos por el confort y la elegancia.
Un salón de 72 m²
Una situación que podría cambiar, a medida que todas las estaciones de esquí sigan subiendo de categoría. Para este ático excepcional, se ha revisado toda la distribución y la decoración de arriba a abajo y algunas se han ampliado para aprovechar al máximo el panorama. Resultado: el alojamiento ofrece 6 habitaciones dobles, la principal de 26 m² y varias de ellas con baño propio. El salón es particularmente generoso con sus 72 m² y en todas partes la decoración cansada da paso a materiales nobles: madera antigua, piedra, cerámica… “Con estos materiales y la estructura vista, realmente creamos un espíritu de chalet, subraya Charles-Antoine Sialelli. Mantenemos todas las ventajas sin las desventajas”.
En cuanto al precio, este apartamento tiene un precio de 3,6 millones de euros, lo que no es nada barato, pero sigue siendo significativamente más bajo que los precios en Val d’Isère o Méribel. “En las principales localidades de altura las propiedades de calidad se comercializan habitualmente entre 20.000 y 25.000 €/m²”recuerda Charles-Antoine Sialelli. Sin olvidar las cotas de lujo que pueden alcanzar los 50.000 €/m² en Courchevel, Méribel o Val d’Isère. Porque si bien la clientela rusa ha abandonado las estaciones, los grandes poderes adquisitivos siguen presentes y los estadounidenses empiezan a sentirse tentados por los precios exorbitantes que se cobran en las estaciones americanas (en particular, los pases para los remontes que pueden alcanzar los 300 dólares al día). ).
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