En el contexto del aniversario del acuerdo que permitió la liberación de 80 rehenes en poder de Hamás, el presidente israelí, Isaac Herzog, organizó este domingo una ceremonia oficial en la que calificó la situación actual de “punto crítico”.
“Cada día sin su regreso es nuestro fracaso”, dijo el presidente, subrayando que no liberarlos dejaría “una herida abierta” en la sociedad israelí.
El evento también dio voz a los ex rehenes liberados. Gabriela Leimberg, de 59 años, ex rehén del Kibbutz Nir Yitzhak, compartió su desgarradora experiencia: “Durante 53 días, sólo una convicción me sostuvo: nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás”.
El testimonio particularmente conmovedor de Danielle Aloni, liberada con su hija Emilia, puso de relieve la cuestión de la violencia sexual cometida por Hamás, denunciando las dramáticas condiciones de cautiverio de las mujeres.
Varda Shaabi Raz, cuyo marido Ohad sigue detenido en Gaza, expresó su frustración por la falta de comunicación del gobierno: “No soy una política, sólo soy una mujer que quiere encontrar a su marido y al padre de sus hijas”.
Esta conmemoración se produce en un contexto de negociaciones estancadas, mientras 101 rehenes aún permanecen en manos de Hamás. Las familias instan al gobierno a intensificar sus esfuerzos para garantizar su liberación. El sábado, Hamás publicó un vídeo que atestigua la muerte de un rehén. Las FDI continúan su investigación para determinar la veracidad de esta información.
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