El campo presidencial no tiene candidatos en todas partes. En 65 circunscripciones, la mayoría saliente optó por hacerse a un lado para evitar la dispersión de los votos. Se trata principalmente de distritos electorales en manos de la derecha, de diputados salientes de LR que no siguieron a Éric Ciotti en RN, como el presidente del grupo en la Asamblea, Olivier Marleix, Philippe Juvin en Hauts-de-Seine o incluso Julien Dive, un cercano amigo de Xavier Bertrand, en Aisne, y de Michèle Tabarot en los Alpes Marítimos.
No tendrán contra ellos candidatos macronistas, al igual que una veintena de candidatos de izquierda fuera del LFI: el jefe del PS Olivier Faure y el del PCF Fabien Roussel también tendrán vía libre para enfrentarse al RN, así como a François Hollande en nombre del respeto a su antigua posición”, afirma la mayoría. “Nuestro desafío es conseguir el voto útil de la primera vuelta”, explica un amigo cercano de Emmanuel Macron. Donde no podemos estar, nos retiramos, para dejar al candidato del bloque republicano.
La estrategia se afinó en el Elíseo, donde Emmanuel Macron recibió este domingo a los líderes de su mayoría. El campo presidencial quiere creer en una dinámica de movilización en este nicho del “voto útil”, con un argumento: no tener que elegir entre dos extremos.
(SK)
