Ante los gritos de alarma de los fabricantes, los costes energéticos en Europa son objeto de toda la atención. Si los cierres de fábricas se están acumulando es porque los precios prohibitivos de la energía, exacerbados recientemente por la crisis ucraniana, ahora amenazan la viabilidad de sectores enteros. Comparativamente, Estados Unidos disfruta de precios significativamente más bajos, lo que amplía la brecha transatlántica en competitividad industrial.
La presión de los costes energéticos
En Europa la energía es cara y la factura va en aumento. La guerra en Ucrania ha interrumpido el suministro de gas ruso. impulsando los precios a niveles récord. Aunque los aranceles han caído ligeramente gracias al aumento de las importaciones de GNL, particularmente desde Estados Unidos, en 2019 siguen siendo más altos que los precios anteriores a la crisis. El precio del gas ronda los 10 euros por megavatio hora (MWh) en Estados Unidos, mientras que alcanza unos 40 euros por MWh en Europa, podemos leer más El Fígaro. Como resultado, gigantes como Michelin se han visto obligados a cerrar plantas en Francia, alegando costos energéticos insostenibles.
La brecha entre los costos energéticos europeos y estadounidenses puede explicarse por diferencias estructurales y logísticas. En EE.UU., el acceso a una red nacional de gasoductos reduce los costes, mientras que Europa, que depende de las importaciones de GNLdebe gestionar unos gastos logísticos mucho mayores. Según Nicolas Goldberg, de Colombus Consulting, esta situación sitúa a los fabricantes europeos en un contexto de mercado desfavorable, donde incluso una pequeña variación de los precios puede tener importantes repercusiones.
Francia: ¿un modelo de competitividad energética?
Europa no escatima esfuerzos para descarbonizar y desarrollar las energías renovables, una iniciativa costosa pero necesaria según Jérémie Haddad de EY. Sin embargo, estas inversiones, esenciales para una transición ecológica, pesan sobre las finanzas de las empresas que ya están agobiadas por los elevados costes de la energía convencional.
A diferencia de sus vecinos, Francia se beneficia de su histórica inversión en energía nuclear. Con precios de la electricidad significativamente más bajos que los de Alemania y una producción principalmente libre de carbono.Francia se posiciona como líder en Europa. Raphaël Trotignon, de Rexecode, subraya que esta electricidad verde no es sólo una ventaja ecológica, sino también una verdadera palanca competitiva frente a la competencia internacional.
Marcadas desigualdades de costos en Estados Unidos
En Estados Unidos, el mercado de la electricidad no es uniforme. Se compone de ocho redes independientes y no interconectadas, lo que genera importantes disparidades de precios entre regiones. Por ejemplo, Producir electricidad es mucho más económico en Texas gracias a la abundancia de recursos eólicos y solares, en comparación con California, donde la electricidad sigue siendo más cara.. Estas variaciones internas proporcionan una flexibilidad que a menudo falta en Europa, donde los países son más interdependientes y están sujetos a regulaciones unificadas.
Europa se encuentra en una encrucijada para su futuro energético. Los expertos, como los de Compass Lexecon, anticipan que sin grandes intervenciones, la brecha de precios con Estados Unidos no sólo podría persistir sino también empeorar. Se están considerando ajustes como aumentar el impuesto al carbono para equilibrar los costos energéticos globales, pero también podrían influir en la competitividad a largo plazo de las industrias europeas frente a gigantes económicos como China e India.