Suiza invierte miles de millones al año en su infraestructura de transporte. Pero la forma en la que se reparte la factura es muy diferente según se elija el coche, el tren, el autobús o el tranvía. El 86% del coste total de las carreteras lo cubren directamente los automovilistas, mientras que esta proporción se reduce al 44% para las personas que viajan en tren, informa “Le Matin Dimanche”.
Es decir, si el Estado no cubriera gran parte de los costes de la red ferroviaria, los billetes y abonos costarían el doble. Sin embargo, subraya el artículo, el tráfico motorizado representa el 80% de la oferta de transporte en Suiza. La proporción del ferrocarril alcanza un máximo del 17% a pesar de un aumento de casi tres cuartas partes en el uso por pasajero entre 2000 y 2019.
Las cifras publicadas muestran cuánto dinero debe gastar el Estado para cubrir los costes externos, que también incluyen accidentes y daños medioambientales. En el caso de los automóviles, el kilómetro recorrido deberá ser respaldado con 7 céntimos para cubrir los gastos. Son 50 céntimos para el autobús o el tranvía.
Pequeña sorpresa: la bicicleta ocupa un lugar inferior al automóvil con sus 24 céntimos de coste no cubierto por kilómetro. Esta diferencia se explica, en particular, porque los accidentes de bicicleta son costosos (4.600 millones al año).
